- Fue en 1988 cuando Miguel Irisarri Campo, peraltés de 77 años de edad, se unió como coralista y organista a la Coral de San Blas de Burlada, creada cinco años antes. Josetxo Echávarri, único miembro que ha formado parte de la Coral desde su fundación y que sigue actualmente en ella, explica que esta fue creada "por asistentes de la Parroquia de San Blas aficionados al canto que decidieron unirse en un coro".

Su primer director fue Javier Murillo, quien perdió la vida en la riada del camping de Biescas en 1996. Aquello, en palabras de Echávarri, fue "una desgracia", pero tuvieron la determinación de "dar un paso adelante" con su proyecto.

Como resultado, Miguel Irisarri asumió la dirección de este grupo musical tras ser elegido con unanimidad por sus compañeros. Echávarri cuenta cómo empezaron "cantando en la misma Parroquia de San Blas en Burlada, durante las misas y demás celebraciones religiosas", pero que más adelante actuaron también "en otros pueblos en los que diferentes miembros del grupo tenían algún tipo de contacto". Por añadidura, se unieron a la Federación de Coros de Navarra. Irisarri explica a su vez que su grupo musical ha realizado "obras de orquesta, banda o a capela", además de haber estrenado "muchas obras y varios nuevos trabajos".

Su primer viaje al extranjero fue a Viena en 1993, para conmemorar el décimo aniversario del Coral participando en el encuentro internacional de coros europeos conocido como Adviento en Viena. Echávarri afirma que "aquella travesía en autobús fue toda una odisea y una aventura muy reconfortante". Posteriormente han viajado "a otras muchos lugares, como Roma, Venecia, Bardos, Toulouse, Burdeos, Sevilla, Madrid, Zaragoza y otras ciudades". Asimismo, han tomado parte en los certámenes corales de Autol, Ejea de los Caballeros y Zumárraga. La coral ha actuado también de manera frecuente en conjunto con otros grupos por afinidad y contacto; Echávarri hace especial mención de Oñati Abesbatza, el grupo coral de este municipio guipuzcoano. "Con Miguel hemos hecho cosas que ni pensábamos que íbamos a hacer", concluye el coralista.

Según Miguel Irisarri, la pandemia de COVID-19 "ha herido de muerte a muchas corales", ya que "sus miembros se reúnen con menos frecuencia que antes para evitar contagios y por ello han reducido su actividad". Esto, unido a su edad y a la complicada meteorología invernal, le ha llevado a retirarse de su carrera musical en el Coral San Blas. "Es una decisión difícil; hay que ser fuerte y entender que mi partida es algo bueno tanto para ellos como para mí", añade.

Cada 22 de diciembre el grupo coral lleva a cabo una interpretación de villancicos en la Parroquia de San Blas de Burlada. Ese día, en 2021, además de celebrarse un concierto ("muy bonito", dice Irisarri) como cada año, el coralista, quien había informado a inicios de mes de su marcha, recibió "un homenaje por parte del coral, del Ayuntamiento de Burlada y de la Federación de Coros de Navarra". Le fue entregado como regalo un cuadro firmado por todos los miembros de la Coral y un ramo de flores pero, por encima de todo, se topó con "un afecto y un cariño" que no esperaba, puesto que le agradecieron que estuviera tantos años con ellos y que con el coro difundiese el nombre de Burlada a lo largo y ancho de Europa. Finalmente, se despidió de cada uno de sus compañeros. Todo ello hizo de este "un encuentro muy emotivo" .

Tal y como explica Echávarri, ahora "la junta rectora se reunirá para elegir a un nuevo director y decidir qué actividades se llevarán a cabo en el coro a partir de ahora". El grupo necesita incluir a nuevos músicos, como por ejemplo sopranos, y la planificación de nuevos proyectos depende de si los encuentran o no.

Echávarri coincide con Irisarri en que "la pandemia ha hecho más difícil la actividad de los coros". Él da algunos ejemplos: "Los conciertos se tienen que ofrecer en espacios cerrados, porque al aire libre no se dan las condiciones acústicas adecuadas; y por lo tanto hay que tener aún más cuidado de cumplir todas y cada una de las medidas de seguridad a fin de evitar la propagación del virus".

En cualquier caso, explica Echávarri, ellos continúan en contacto unos con otros; por ejemplo, mediante un grupo de WhatsApp. Y tienen intención de mantener con vida a la Coral San Blas: "Después de haber trabajado tantísimos años juntos, de haber realizado tantos esfuerzos y con todas las experiencias que hemos compartido, tenemos la determinación de no dejarnos doblegar por esta complicada coyuntura y de seguir adelante a pesar de todo", finaliza el experimentado coralista.

"Recibí un afecto y un cariño que no esperaba y me agradecieron que estuviera tantos años con ellos "

Ex-director de la Coral San Blas de Burlada