"Nunca he tenido una vivienda para mí sola". S.S.F, de 26 años, recoge la ropa de su tendedero antes de que llueva. Es una de las inquilinas de calle Compañía, 3 desde hace cuatro meses, el apartamento de 49 m2 que para ella es un hogar. Porque desde que llegó de su país con 17 años siempre ha tenido que estar de alquiler en habitaciones, y en la última temporada con su hija S., que tiene 5 años. "Ahora me siento en paz", asegura.

S.S.F. es ahora vecina del Casco Viejo y reside en el nuevo edificio que el Gobierno de Navarra, a través de Nasuvinsa, ha acondicionado con destino a VPO de alquiler joven (para menores de 35 años). De hecho, esta intervención, que pone en valor un edificio antes abandonado y que, aún más, fue okupado en 2015, ha servido para aunar historia y modernidad a la vez. Así, la actuación ha sacado a la luz parte de los restos de las termas de la Pompelo romana (que se han integrado en el subsuelo transparente del portal), todo ello en un edificio rehabilitado bajo criterios Passivhouse, que cuenta con los más modernos estándares de eficiencia energética. Modernas VPO con calefacción radiante, y a través de aerotermia. Para Javier P., otro vecino del bloque, "todo un lujo", porque "está tan bien aislada que estamos en pleno Casco Viejo y no se oye nada".

La de Compañía, 3 es la primera promoción de vivienda pública destinada a alquiler joven que el Gobierno de Navarra pone en marcha en el Casco Viejo. 4 pisos que se suman a los 55 de la Rochapea, y a las dos promociones de Buztintxuri, con 55 y 27 viviendas de alquiler joven, respectivamente. La oferta va ampliándose, pero todavía no es suficiente y los datos hablan por si solos. Según el censo de vivienda protegida de Nasuvinsa de diciembre de 2021, había en Navarra 5.165 solicitudes de VPO en arrendamiento; 1.860 de solo arrendamiento con opción de compra, y 4.667 solicitudes con ambas preferencias seleccionadas. En total 11.692 personas. Por eso, cuando uno de ellos recibe la llamada de Nasuvinsa es como si le tocara la lotería. Así lo vivió S.S.F., pero también Wilmer y Natalia, Javier P. y Jennifer, que aunque no sale en este reportaje, es otra inquilina de Compañía, 3.

ASISTENCIA A CADA INQUILINO Eider Laita, educadora social referente que acompaña a los adjudicatarios de esta promoción de Nasuvinsa, destaca "la estabilidad, a todos los niveles, que puede aportar a una persona y su familia el tener una vivienda digna en la que vivir". Porque "el hecho de que el precio del alquiler esté regulado, y la posibilidad de optar a una subvención en función de los ingresos familiares, permite que las personas puedan plantearse proyectos de vida". Aún más, este tipo de viviendas sirven como "vehículo integrador para las familias, en un barrio, como es este caso de Compañía", por ejemplo.

Una vez que las familias firman el contrato y acceden a la vivienda, desde el equipo de Atención Social de Nasuvinsa se continúa con el seguimiento personalizado. "Intervenimos en cuestiones cotidianas, como dificultades económicas, apoyo en la gestión de documentación, posibles conflictos vecinales y apoyo en el buen mantenimiento de la vivienda", explica la educadora. "Todo ello, en coordinación con otros agentes de protección social (Servicios Sociales, entidades sociales€), que puedan estar interviniendo con las familias".

Eider Laita es la mano de apoyo de S.S.F., de Javier y Gabriella, de Wilmer y Natalia, y de Jennifer. Ella contribuye a que una VPO sea "un hogar".