Más de 400 páginas, medio millar de ilustraciones y fotos y 15.000 referencias de toros y toreros. El crítico taurino de DIARIO DE NOTICIAS Manuel Sagüés se ha embarcado en un gran proyecto; recopilar la historia de toros y toreros de la Plaza de Pamplona en el año de su centenario. Una publicación que verá la luz el próximo mes de junio y podrá adquirirse con este periódico.

¿Qué le engancha de la Plaza hasta el punto de embarcarse en este proyecto?

-Desde pequeño, bueno, ahora también, por lo grande que es. Eso de Monumental€ de pequeño esa palabra hacía a la plaza más grande todavía. Y enganchar, no sé muy bien, todo. La emoción, tantas personas de una ciudad en fiestas, el encierro. El dato de ser la 2ª en capacidad de España y la 3ª o 4ª del mundo te hace sentir importante. Comparándola con el otro gran coso de Pamplona, El Sadar, nuestra plaza siempre juega en Primera y en Copa de Europa, y no ha bajado nunca a Segunda. Y si le sumas a ese orgullo el enganche total a San Fermín y la tauromaquia, pues, eso, la segunda vivienda de mi vida, desde muy joven y desde 1995 como profesional en los medios. Además, el sol y la sombra, toda la sociedad allí, sin exclusividades, todos de blanco y rojo, de toda condición y pensamiento, en una mesa redonda, donde opinas y gozas con todos los sentidos. Un foro democrático y en fiesta y en ocasiones también con algunos dramas. El color, el olor, el gusto de la merienda, la afición, las amistades, la opinión, el cultivarte en una cultura que te emociona. El ser un calendario de la vida según qué toro, qué cornada o aquélla faena.

Dice que es uno de los hitos del 'Gran Slam' del toreo.

-Sí. Por datos lo que mejor puede demostrarlo es su posición en los convenios colectivos de los profesionales taurinos, donde Pamplona está calificada al máximo de remuneración. Porque su categoría propia 'Pamplona' en el reglamento taurino de Navarra a los efectos tiene las mismas exigencias o más que las plazas de primera categoría del reglamento nacional. Porque los ganaderos tienen como máximo objetivo lidiar en esta plaza y los toros que traen los que lo consiguen son siempre lo más selecto en cuanto a trapío y hechuras. Siguiendo con el símil tenístico, hay toreros que se conforman con los Máster 100 o 500 y no quieren enfrentarse a uno de los grandes torneos porque valoran las dificultades y no quieren jugarse el tipo. En Pamplona si vienes te la juegas de verdad. Y la guinda la pone la repercusión mundial de los Sanfermines, que la tiene, sobre todo, por los encierros de esos torazos.

Comparte en su prólogo agradecimientos a la ciudad y sus fiestas, a sus padres y a la Feria del Toro y la Meca.

-Sí. Son las fiestas de tu pueblo, las que la vida te ha sorteado. Y con mucha suerte para los pamploneses. A mis padres porque me transmitieron el amor a nuestras tradiciones, a cultura y también a los animales. En defensa de la tauromaquia le diré que mi madre, entre muchas obras sociales, fundó la Asociación Navarra Protectora de Animales y Plantas y, sin ser taurina, fue siempre a los toros con mi padre y no llegó a ser entendida, pero hizo siempre gala de respeto a los que sí lo eran y siempre quiso entender qué significaba la bravura indomable de los toros. Y de la Meca, basta con decir que nos aupó a ese Grand Slam que disfrutamos y que paga beneficia a eso, a nuestros padres, madres o abuelos.

No le habrá resultado fácil resumir 100 años de historia.

-Prefiero ni contabilizar las horas e investigación. Miles de fotografías y documentos. Pero he disfrutado mucho yendo año a año, vistiéndome de pamplonica, de torero y hasta de doblador. Un viaje agotador, pero aún más alucinante. Y, cabezón, no he parado hasta completar nombre y dos apellidos y nombre artístico, si lo tuvo, de los cientos de toreros. De muchos sólo hacían referencia los periódicos antiguos con el mote y había dudas a la hora de aclarar quién toreaba de distintas y grandes dinastías de toreros como los Martín Vázquez, los Bienvenida, los Dominguines, los Girón u otros emparentados que se mentaban artísticamente con el mismo mote. También se ha hecho un esfuerzo ímprobo en reseñar a todos los toreros y novilleros originarios de Navarra. Y los resultados artísticos, desde trofeos a broncas y tres avisos a trofeos.

¿Cómo se estructura el libro?

-Consta de tres partes. La primera se refiere a mi especialidad, la historia. Hago un repaso de la tauromaquia desde sus orígenes y explico su evolución por el recorrido de los cánones de la lidia en el ruedo y, sobre todo, en la transformación de sus recintos . Desemboca en un estudio de las 5 plazas que ha tenido Pamplona: la Plaza del Castillo, la primera exenta, la provisional que se montó dos años, en 1850 y 1851, en lo que hoy es la Plaza del Vínculo, las dos construidas en lo que ahora es el arranque de Carlos III y, claro, la actual. La segunda parte, la más importante, recoge, todas y detalladas, cada una de las reseñas de los más o menos 1.300 festejos de lidia y muerte que se han celebrado estos 100 años: todas las ganaderías, toreros, novilleros y rejoneadores, sus resultados artísticos y cualquier incidencia importante, como alternativas, presentaciones, cogidas... En ocasiones, al modo que me inspiró el libro Historias del Viejo Mayoral, hago descansos a la estadística con narraciones y anécdotas. Todos los años se inician con un resumen de lo más destacado y, en una ficha, el número y tipo de festejos celebrados, ilustrados con los carteles de San Fermín y los programas de mano hasta 1958 y los de la Feria del Toro desde 1959 de la Meca. Al final de cada década se abren amplias ventanas con fotografías y detallados pies de foto. La tercera y última parte son anexos ilustrados con estadísticas por orden de fecha, número de corridas, trofeos, media de orejas de toreros y demás protagonistas. También hay espacio para toreros navarros, los dobladores del encierro, pastores, delegados, presidencias€ Y hay que parar. Queda pendiente una cita con más protagonistas, en especial las gentes, peñas de aquí y de fuera, otros empleados de la Meca y más que ha sido imposible incluir.

¿Es una publicación exclusiva para taurinos o puede interesarle a un público profano?

-He intentado que sea un libro que pueda estar presente en las estanterías de todos los pamploneses. Historia, evolución arquitectónica de las plazas y la ciudad, los toreros de casa, la gente de nuestra tierra. Y hay muchas ilustraciones que atestiguan las consultas que den o quiten razón a preguntas y respuestas sobre fechas y momentos a los aficionados taurinos, que solemos discutir bastante. La plaza de toros fue el gran y primer hito del ensanchamiento de Pamplona, saludando a todos los nuevos edificios y vecinos. Con cien años sigue ahí principal, perfectamente integrada. Es pura historia y vida de Pamplona. Creo que para todos los públicos y edades. Eso sí, me haría mucha ilusión que de su lectura naciera algún aficionado a los toros.

No se ha perdido un solo festejo desde 1972. ¿Cuáles son las faenas más memorables que le vienen a la cabeza?

-De pequeño recuerdo con ilusión el que un amigo de mi padre se hiciera torero: Javier Sarasa, en 1970. Pero el fuego, el veneno que decimos los taurinos, y a pesar del diluvio, prendió el 14 de julio de 1973 con el rabo que cortó Galán al último miura y toro de la feria. Alguna de las últimas intervenciones de El Viti, que le corearon a lo bestia lo de "El Viti es cojonudo...". Emilio Muñoz en su presentación. César Rincón con el galope de los toros Fresón y Marcado del Marqués de Domecq a mediados de los 90. Y José Tomás en su última comparecencia con una faena sublime al natural. En detalles de arte y torería, Julio Robles, Juan Mora. Los redaños de Ruiz Miguel, Pepín Liria y muchos más.

¿Se han interesado la Casa de Misericordia o el Ayuntamiento por la publicación?

-Aunque faltan por concretar aspectos, sí, ambas instituciones. El propio alcalde y la edil María García-Barberena han mostrado interés. De momento, al ser un libro grande y costoso, el proyecto, ya finalizado y que se presentará en la plaza de toros a principios de junio, se está pagando con la venta anticipada en la plataforma www.lanzanos.com. Se podrá aduirir a precio reducido con DIARIO DE NOTICIAS el 12 de Junio.

¿Le augura a la plaza 100 años más o cree que la tauromaquia está herida de muerte?

-No sé, no me gusta pensarlo. Los que estamos aquí no sabremos si acertaremos con nuestros augurios. La crisis, la económica, pero también la falta de libertad y respeto, están pegando fuerte. Como en otras épocas en las que los toros fueron prohibidos en plan dictadura por reyes y papas, podrán ser discriminados por políticos y otros intereses del mismo pelaje y mando, pero una nueva ley seca contra los toros nunca podrá con la más elemental de las emociones que es correr delante del toro, regatearlo, quebrarlo y pararte para crear arte jugándote la vida. Eso y la magia de la bravura€ Seguro, que no se dude, se harán quedadas para torear haciendo la luna, en algún escondite, quizá por la Magdalena o en unas naves abandonadas por Cordovilla o el Valle de Aranguren.