Sartaguda saldó ayer una importante deuda con algunos de sus vecinos asesinados tras el alzamiento fascista del año 36. Y es que, de la mano de la asociación Pueblo de las Viudas, y para conmemorar el 40º aniversario de las exhumaciones, señalizaron algunas de las fosas de las que recuperaron los cuerpos de algunos de los sartagudeses fusilados.

Pasadas las 12.00 horas, un nutrido grupo de personas se fue acercando hasta un camino pegado a la carretera que transcurre entre Lodosa y Sesma y en donde hubo un breve, solemne y necesario acto de recuerdo.

Tapado por una bandera republicana estaba un monolito de 90 centímetros de altura en el que luce desde ayer una placa en honor de cuatro vecinos de Sartaguda a los que mataron allí, entre ellos el que fuera el alcalde durante el alzamiento militar, Eustaquio Mangado Urbiola.

De este mismo punto sacaron el 27 de diciembre de 1978 los cuerpos de Juan Martínez Martínez, Epifanio Sesma Martínez y Andrés Sáenz Alcalde, todos ellos fusilados el 15 de septiembre de 1936.

Algunos de los familiares de estas personas no quisieron perderse este momento y se acercaron hasta allí, como la biznieta de Eustaquio, Maite Mangado, que habló brevemente sobre algunas de las posturas más reivindicativas de su bisabuelo y que recordó que “lo que ocurrió en Sartaguda fue una auténtica limpieza política. El mejor homenaje que les podemos hacer es seguir luchando por las ideas que defendieron”.

También estuvo Andrés Mª Saturnino Sáenz, a cuyo tío, obrero y cenetista, mataron en ese fatídico punto, y Elisa Ortega, familiar de Epifanio, al que asesinaron con 21 años tras llevárselo del frontón “sin motivo ni razón”.

Por último habló, visiblemente emocionada, Raquel Losantos, nieta de Juan, que aseguró que lo mataron con 24 años recién casado y sin saber que su mujer estaba embarazada. Ahora tiene tras de sí un legado de una hija, tres nietos, siete biznietos y una tataranieta.

En la placa, además de los nombres y las fechas en las que fueron fusilados todos ellos, aparece un texto en castellano y euskera que dicta En memoria de las personas asesinadas y de todas las que sufrieron la represión fascista por defender la tierra, el progreso y la libertad en la parte de arriba, y Verdad frente a ocultación, justicia frente a impunidad, reparación frente a venganza en la parte de abajo.

El acto, en el que los vecinos cantaron alzando el puño, también contó con un aurresku que bailó Osel Molinet al son de Andosillako Txistulariak.

otros actos Precisamente en Andosilla, en una pieza de la que es propietario un sartagudés, recordaron ayer a Teodoro Meneses Arrondo, fusilado el 20 de agosto de 1936.

Y el pasado sábado 30 de marzo, el cementerio de Cárcar acogió un acto muy similar en el que la asociación ribera colocó una placa en recuerdo de los cinco primeros vecinos asesinados y, al mismo tiempo, de los primeros cuerpos que recuperaron: los de Julián Moreno Sola, Ángel Ruiz Cordón, Bernabé Sesma Miguel y Carlos García Martínez. Además, también recordaron a José Sádaba Ruiz, un carcarés casado con una vecina de Sartaguda al que mataron el 25 de agosto.

Todos ellos fueron fusilados el 4 el agosto de 1936 a las 23.30 horas y exhumados el 23 de diciembre de 1978.

Para Máximo Martínez, presidente de la asociación, “si no lo hacemos nosotros, nadie lo va a hacer y es muy necesario tener señalizados estos puntos porque de esta forma, cuando alguien pase andando o en bicicleta por aquí y vea una placa, leerá que aquí asesinaron a cuatro personas”.