Hoy no hay ningún cohete preparado, ni tampoco blusas y pancartas, ni barracas, ni escenario en la plaza... Es más, las calles de Altsasu estarán estos días más vacías que nunca por las medidas restrictivas puestas en marcha en las no fiestas para evitar la propagación del coronavirus. Y es como dice el alcalde, Javier Ollo, ahora la salud es lo primero.

Del 11 al 15 de septiembre no se autorizan las celebraciones con concentración social en espacios públicos como almuerzos o comidas populares. ¿Por qué se ha dado un paso más?

-Estamos viendo que en muchos pueblos de Navarra está habiendo repunte de casos relacionados con determinadas actitudes durante los días en los que se debieran celebrar las fiestas, sobre todo relacionados con celebraciones sociales y familiares. Es una decisión adoptada por unanimidad. Este año no procede ninguna celebración de este tipo en el ámbito público, sin perjuicio de la regulación existente en el ámbito privado. Desde el Ayuntamiento llamamos a la responsabilidad individual de toda la población. No es cuestión de poner el foco en un sector poblacional determinado. No toca ninguna celebración extraordinaria.

¿Se ha preparado alguna medida de seguridad especial?

-Durante una pandemia la solución no está en las fuerzas y cuerpos de seguridad. Pero estas sí tienen competencia para la aplicación de la diferente normativa que se ha ido dictando en Navarra. Va a ver refuerzo de Policía Foral y servicio especial de la Policía Municipal. No es la solución, insisto, pero es una medida más. La solución es que cada persona, de manera individual, se conciencie de esta situación y adopte las medidas para preservar la salud en su ámbito más cercano

¿Qué incidencia ha tenido el coronavirus en Altsasu desde que se decretó el estado de alarma?

-Los datos desde marzo hasta el 30 de junio apuntan a 64 casos en nuestra zona básica de salud, que también comprende a Olazti y Ziordia, y otros 64 desde julio. Son casos para estar alerta pero no es una situación alarmante. No hay que bajar la guardia.

Este año no hay fiestas pero tampoco ha habido feria de mayo, San Juan, San Pedro, ni tampoco habrá ferias. ¿Qué supone para un pueblo que no haya celebraciones?

-Desde el punto de vista económico el sector que más nota es el terciario, y sobre todo la hostelería. La actividad hostelera el fin de semana ya no era la de hace años y las festividades salvaban o ayudaban al sector hostelero. Desde carnavales no ha habido ninguna celebración oficial y ello tiene una incidencia directa en la actividad hostelera. Por otro lado, cualquier festividad a nivel social sirve para hacer comunidad y la ausencia de celebraciones afecta al ánimo de los vecinos y vecinas. Y se nota, sobre todo por la incertidumbre de no saber cuándo se podrán realizar tal y cómo lo hacíamos antes pero llegará el momento para ello.

Los y las jóvenes ya se preguntan sobre Santa Águeda. ¿Hay alguna decisión al respecto?

-Hoy por hoy no tenemos ningún criterio marcado por el Gobierno de Navarra sobre las festividades de 2021. Será en función de que cómo evolucione la situación epidemiológica; para finales de año probablemente podamos tener un criterio claro para adoptar una decisión sobre las festividades de al menos el primer semestre de 2021. No obstante, debemos ser conscientes de que la fiesta en el formato hasta ahora conocido es inviable en febrero. A su vez debemos tener presente que esta celebración en concreto es organizada cada año por los y las jóvenes que lo celebran y la decisión sobre ello debe ser compartida entre el Ayuntamiento, estos jóvenes, las personas que enseñan el zortziko y los centros escolares afectados.

Con 29 años, ésta su segunda legislatura. En la primera le tocó lidiar con el Caso Altsasu y ahora con la pandemia. Dos situaciones complicadas para un joven.

-Complicadas pero muy diferentes. El caso de Altsasu afectó socialmente al municipio y la covid-19 ha afectado a la vida de todas las personas, al ámbito sanitario y también económico, que nos preocupa sobre manera. En lo que se refiere al Ayuntamiento, afecta a los servicios y afectará al presupuesto de 2021.

Pronto va a hacer cuatro años desde que medios de todo el Estado pusieron el foco en Altsasu, a menudo con una imagen negativa de este pueblo. Hace unos días, con la celebración del Ospa Eguna, se volvió a la carga.

-Un año más se ha puesto de manifiesto que es un acto que atrae a los extremos políticos y que existe una retroalimentación clara. Es un acto en el que se lleva a cabo una reivindicación legítima aunque podamos discrepar con las formas, pero está amparado por la libertad de expresión. Todas esas peticiones de prohibición e incluso de disolución del Ayuntamiento son meros mensajes propagandísticos de quien los emite. Viendo las imágenes de este año, considero que no merece el protagonismo que unos medios le otorgan. No es un acto que represente al conjunto del municipio y da lugar a que utilicen Altsasu para una estrategia política de la como pueblo debemos estar absolutamente al margen. Cuando vemos al líder de la oposición exigiendo al Gobierno de España que prohíba el acto y que me inste como alcalde a prohibirlo y en caso contrario disolver el Ayuntamiento, pone de manifiesto que importa poco lo que se hace en ese acto y el pueblo.

También ha recibido amenazas personales.

-Son unas amenazas ante las que se interpondrá la correspondiente denuncia. No es la primera vez que ocurre. Esas amenazas las vierten personas que carecen de información sobre lo que ocurrió el pasado 29 de agosto y la trayectoria y posición de este alcalde y del Ayuntamiento ante este tipo de actos. Algunos dirigentes políticos deberían hacer una reflexión. Cuando públicamente se exige al Gobierno de España que inste al alcalde a prohibir unos actos que sabe perfectamente que no se pueden prohibir son declaraciones que en determinado sector de la población tienen mucha influencia y trae consigo que algunas personas pierdan los estribos y escriban cosas tan inaceptables como éstas.

¿Cómo ha afectado el coronavirus en el día a día del Ayuntamiento?

-El día 13 de marzo, un día antes de la declaración del estado de alarma, la Junta de Gobierno Local adoptó la decisión de cerrar todas las instalaciones municipales. Es difícil parar el conjunto de servicios, salvo los que tienen la consideración de servicios esenciales, y volver a empezar con restricciones y limitaciones que traen consigo un problema presupuestario. Nos vamos a encontrar con una disminución de ingresos, sobre todo en lo que se refiere a actividades que organiza al Ayuntamiento, y sin embargo, un aumento de gastos. Se ha reforzado los servicios de limpieza del conjunto de instalaciones municipales, con medidas muy concretas en el colegio público Zelandi, en la Escuela Infantil municipal y en la Escuela de Música y Danza y también en el Ayuntamiento. Se notará sobre todo en el presupuesto de 2021, el cual será un presupuesto de "resistencia".

¿La pandemia ha obligado a cambiar las prioridades ?

-Como Ayuntamiento seguimos llevando a cabo inversiones, una base importante para la recuperación económica porque traen consigo la generación de muchos puestos de trabajo directos e indirectos, sin olvidar su efecto en el propio bienestar del municipio. Desde marzo nos hemos centrado en gestionar la situación sanitaria y sus consecuencias pero también en preparar todos los procedimientos para poder ejecutar múltiples inversiones en el segundo semestre de este ejercicio. Por fin el Gobierno de España ha flexibilizado el destino del remanente para que los ayuntamientos lo podamos destinar a inversiones financieramente sostenibles. No obstante, se deberán establecer prioridades de carácter político y analizar área por área qué actividades son las que más que público congregan y más aceptación. Si toca hacer un ajuste presupuestario no se deberá aplicar tabla rasa, sino analizar la situación de cara área de forma individualizada.

Este verano se ha puesto en marcha una campaña para apoyar al comercio.

-La campaña de bonos consumo está yendo muy bien y creo que es una experiencia a repetir. La situación de la industria también es preocupante, sobre todo para las empresas que su principal mercado estaba en el exterior. Hay muchos expedientes de regulación temporal de empleo y se están planteando expediente de regulación de empleo de reducción de jornadas. Las consecuencias económicas son las que más van durar y es un tema que nos preocupa especialmente. Pero esta situación tan grave que estamos padeciendo no nos tiene que paralizar y seguimos con otros proyectos.

Siempre ha dicho que con dos legislaturas son suficientes y que no repetirá como candidato de Geroa Bai. ¿Ha cambiado de opinión?

-Sí. Creo que cuatro años son escasos y ocho años son suficientes. Es cierto que esta crisis sanitaria ha afectado y qué duda cabe que el desgaste es importante, pero la gestión de la crisis no evita que continuemos con los proyectos que tenemos programados.

"Las amenazas las vierten personas que carecen de información sobre la trayectoria de este alcalde"

"La pandemia no nos puede paralizar y en el Ayuntamiento seguimos adelante con diferentes proyectos"