La memoria de Mikel Arregi sigue viva también en diferentes espacios físicos que le recuerdan. Destaca el monolito de hierro fundido que creó el escultor José Ramón Anda y dieron forma sus amigos y compañeros en Sakana Cooperativa, una iniciativa conjunta de los ayuntamientos de Etxarri Aranatz y Lakuntza. Se colocó en 1980 en el mismo lugar en el que fue tiroteado. Ese mismo año, el 4 de junio, el día de su cumpleaños, su familia acudió a ponerle flores en el monolito. “Nos dijeron que para colocar flores necesitábamos un permiso del gobernador, y que si lo hacíamos quitarían las flores”, recuerda Txaro Arregi. Pidieron el permiso y quitaron las flores. “La persecución el hastío que hemos sufrido la familia ha sido incesante”, asegura.

Unos meses después, en febrero de 1981, una bomba de unos 100 gramos de trilita reventó la base del monolito. “Unos minutos antes del suceso, un comercio y un turismo fueron tiroteados en Etxarri”, apunta la hermana de Mikel Arregi. Si bien el monolito continuaba en pie, fue derribado en octubre. Una vez arreglado, se reinauguró en mayo de 1983. A las dos semanas una bomba de relojería formada por 1,5 kilogramos de goma dos arrancó el monolito de su lugar. La onda expansiva producida rompió los cristales de los edificios colindantes.

PLAZA EN ETXARRI Tras el abandono del cuartel de la Guardia Civil de Etxarri Aranatz, el Ayuntamiento decidió crear en ese lugar una plaza con el nombre de Mikel Arregi. Allí se trasladó el monolito, situado a unos metros al otro lado de la carretera. Se inauguró en 2004. Diez años después se colocó una foto y una placa en la base del monolito. Desde entonces ha sido sustraída en diferentes ocasiones. “Ninguno de estos ataques, incluso los atentados con bombas, han tenido consecuencia alguna. No se ha abierto ninguna investigación ni proceso judicial”, observa Txaro Arregui. “Seguramente el monolito de Mikel sea uno de los espacio para la memoria más atacados. Sigue en pie y seguirá en pie”, asegura.

Con motivo del 25º aniversario, se pintó un gran mural en Lakuntza en memoria y homenaje de Mikel Arregi y Lázaro Alegría, lakuntzarra asesinado en 1936. El Ministerio del Interior ordenó al Ayuntamiento que lo quitara por “enaltecimiento al terrorismo” al considerar que Mikel Arregi era miembro de ETA. “Ante tal falsedad y defendiendo su persona e identidad como concejal y trabajador por y para el pueblo, el Ayuntamiento mantuvo dicho mural intacto”, destaca su hermana. La asociación de víctimas Dignidad y Justicia también intentó retirar el mural así como su nombre de la calle principal de Lakuntza. Ninguna de las dos propuestas prosperó. “A la semana siguiente despareció otra vez la placa”, observó. Asimismo, en Lakuntza, cerca de la picota, hay otro monolito en recuerdo de Mikel Arregi y Roberto Martínez, refugiado fallecido en accidente de tráfico, que también ha sufrido ataques.