Con el fin de incentivar a futuros profesores y profesoras hacia una educación más verde y experiencial así como dotarles de herramientas para lidiar con el estrés, Itziar Insausti, antropóloga, educadora y guía de baños de bosques; comenzó el pasado año a ofrecer charlas en la Escuela de Magisterio de la Universidad Pública de Navarra para dar a concocer al alumnado esta terapia originaria de Japón. Su nombre es Shirin-Yoku, que se podría traducir por “absorber ka atmósfera del bosque”, una práctica repleta de beneficios, tanto físicos como psicológicos. Hace unos días dieron un paso y una treintena de alumnos y alumnas realizaron una clase práctica en Urdiain, en la zona de Sarabe.

“Esta iniciativa surgió a través de la profesora Maider Pérez de Villarreal Zufiaurre, convirtiéndose la UPNA en pionera a la hora de introducir los beneficios de los baños de bosque en la educación”, apunta Itziar Insausti, recién llegada de Alemania, donde ha podido conocer diferentes experiencias. “Cada mes se abren 10 escuelas verdes en este país. También acaban de poner en marcha el primer Healing forest de Europa”, apunta, al tiempo que confía en que estos bosques de sanación también se conviertan en una realidad en Navarra. “Nuestro territorio tiene muchas posibilidades. Navarra puede convertirse en referente en esta materia en el Estado”, asegura.

El baño de bosque es un concepto que va más allá de abrazar a los árboles. “Se trata de una práctica de bienestar utilizada por el 25% de la población japonesa, Desde 1980 hay un programa nacional que utiliza los bosques con valor terapéutico, con 62 bosques preparados para ello”, explica Itziar Insausti. “Hoy en día se está empezando a recetar como medicina preventiva en Escocia y Nueva Zelanda y está muy de moda a escala global en el turismo de bienestar”, añade.

Lo cierto es que el confinamiento y las posteriores medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus pusieron el foco en los bosques, un contacto con la naturaleza que en muchos casos se había perdido. “Los bosques contribuyen al bienestar de las personas. Está lleno de fitoncidas, aceites volátiles antioxidantes, antibacterianos y tranquilizadores”, apunta Itziar Insausti,. “Consiguen que nuestro sistema inmunológico mejore además de ayudar a dormir mejor, reducir estrés y aumentar la creatividad”, asegura.

Así, su objetivo es compartir e introducir en estas experiencias a todas las personas en un momento histórico único. “Hoy más que nunca se ha podido percibir la importancia de la naturaleza en nuestro bienestar y felicidad; un recurso que bien cuidado es una fuente de riqueza inmensa”, subraya. Por ello, invita a inspirarse con la naturaleza y caminar hacia una vida más plena y agradecida. “Los beneficios son diferentes en cada persona”, apunta. “Se trata de entrar en un oasis de tranquilidad y a través del poder contactarte con la naturaleza, con los demás y contigo mismo de una forma diferente y única”.

Por una mentalidad proecológica

Además, en su opinión, las terapias de bosque van más allá del bienestar físico y psíquico. “Son espacios únicos para fomentar una mentalidad proecológica. En un mundo donde 10 millones de hectáreas de bosque se están destruyendo, hoy es más importante que nunca generar espacios donde futuras generaciones entiendan el poder de sanación de nuestros bosques”, señala. Itziar Insausti ofrece estas experiencias a la carta, inmersiones en la naturaleza de unas dos horas para desconectar, sin prisas, con muchas paradas para sentir el bosque. “Son paseos suaves, atentos, con técnicas muy básicas para desconectar de la parte cognitiva y conectar a través de los sentidos: el olfato, la vista, el tacto y el oído”, explica Itziar Insausti, la primera guía de baños de bosque acredita en Navarra. El único requisito es dejar de lado la prisa.Para más información y reservas en www.itziarinsausti.com.