Aibar/Oibar. Desde la plaza rebautizada con su nombre, mira serena y firme Doña Sancha de Aibar al pueblo sobre su pedestal de piedra labrada. La estatuta de bronce recuerda que la villa fue la cuna de esta mujer histórica, hija de los Condes de Aibar, madre del primer rey de Aragón, Ricardo, y origen de su dinastía, fruto de sus relaciones con el rey de Pamplona Sancho III El Mayor, según se estima hacia el año 1007 ó 1008. La construcción de la estatua forma parte de un proyecto cultural puesto en marcha por el Ayuntamiento en torno a la figura de la dama aibaresa, a lo largo de 2017 y años siguientes. Los datos biométricos faciales y craneales obtenidos de un proyecto de investigación científica patrocinado por Iber Caja y el Gobierno d e Aragón, coordinado por la Universidad de Zaragoza sirvieron de base. El proyecto se materializó además, en un Seminario de Estudios Medievales dedicado a su recuperación en octubre de 2017 y culmina ahora con la publicación de un libro, la obra presentada en la localidad el viernes, "Sancha de Aibar, una mujer necesaria en una encrucijada histórica", hecho realidad gracias a la colaboración del Ayuntamiento aibarés con el Gobierno de Aragón (editor) y la ayuda del Gobierno de Navarra.

Le correspondió al alcalde, Aritz Burguete, abrir la presentación en la que puso de relieve la accesibilidad de la obra a pesar de tratarse de un profundo estudio técnico. "Es una monografía científica, al mismo tiempo sintética y accesible porque se ha sabido plasmar la información de manera sencilla para todos y todas", recalcó. Hizo el regidor un repaso somero de la figura de Doña Sancha, y explicó que estuvo "bien considerada en su entorno y bien relacionada con la familia real, si bien vivió apartada de la corte, pero no escondida" puntualizó al tiempo que citaba la trascendencia que tuvo en los reinos de Navarra y Aragón, como se recoge en la obra coordinada por la doctora Begoña Martínez Jarreta (Departamento de Anatomía Patológica, Medicina Legal, Forense y Toxicológica de la Universidad de Zaragoza. Martínez Jarreta es también autora junto a: Guillermo Fatás Cabeza (Univeridad de Zaragoza) Aritz Burguete Blasco (alcalde de Aibar), las hermanas e historiadoras aibaresas Rosa y Ana Iziz Elarre, Carolina Núñez Domingo (Facultativa del Servicio de Biología. Dpto Barcelona. Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Ministerio de Justicia), Miriam Baeta Bafalluy ( Investigadora UPV/EHU) y Carlos Laliena Corbera (experto medievalista de la Universidad de Zaragoza).

INICIATIVA

El proyecto se creó a raíz de la aparición de lo que luego se supo eran los restos óseos de Doña Sancha, durante un trabajo de investigación de la Universidad de Zaragoza en el convento de las Benitas de Jaca coordinado por Begoña Martínez Jarreta. "Fue el entonces alcalde Pedro Lanas Arbeloa quien, al tener noticias de los acontecimientos, no dudó ni un momento en ponerse en contacto con la Doctora y tejer un proyecto de recuperación de su figura", recuerda Aritz Burguete sobre su antecesor fallecido en junio de 2017, sin poder ver culminada la iniciativa . Lo corrobora la propia Begoña Martínez Jarreta, en su prefacio: "Fue su fuerza e ilusión la que permitió poner en marcha la colaboración y este proyecto". A finales de 2016 el Ayuntamiento cursó la solicitud para hacer la obra a la Universidad de Zaragoza.

PERSPECTIVAS

La aproximación a la figura de Sancha de Aibar desde la ciencia forense le rinde homenaje desde distintas perspectivas : la realidad de la villa y de sus gentes en el año 1000, el entorno y relaciones de la dama desconocida, que vivió 80 años (la media era de 40), o el papel que se reservaba a las féminas de su condición . Asimismo, aporta la descripción de las labores complejas de investigación científica de unos restos cobijados en el sarcófago de la condesa Sancha, (un auténtico mausoleo femenino) atribuibles a su abuela, Doña Sancha , con imágenes y explicación comprensible del método que permitieron identificarlos. Estos hallazgos arrojan fragmentos de la historia y del papel de consolidación de la dinastía aragonesa y navarra que desempeñó Doña Sancha. "La historia de Sancha de Aibar tiene un relato y Aibar debe sentirse muy orgulloso de ella", recalcó Martínez Jarreta. Finalmente, Gabriela Orduna, agente de desarrollo de Cederna, se refirió al proyecto cultural como "recurso para el desarrollo, para hacer comunidad y reforzar identidad". Y patrimonio, como "un recurso inagotable", que, alcaldes como Pedro Lanas y Aritz Burguete han sabido reconocer y preservar para su pueblo.