- El atardecer del sábado tuvo en Lizoáin Arriasgoiti sabor de fiesta de antaño con la inauguración oficial del Txistulari, figura realizada por el escultor y vecino Félix Lizarraga para homenajear a todas las personas que tocan el txistu. En torno a ella se dio cita la vecindad de todas las edades, alcaldes y habitantes del pueblo y el valle en lo que representó una fiesta popular, íntima por la pandemia, pero altamente participativa.

“Nos hubiera gustado hacerla con una concentración de txistularis, pero no ha podido ser. Llevaba dos años a la espera.”, explica Txaro Begué.

Asegura sin embargo que el hecho favoreció para “hacer pueblo en el verano, con una gran motivación por los ensayos para participar en el acto”.

Música y danzas, baile de la bandera, actos sencillos organizados por Patxi Laborda, estuvieron enmarcados en el relato basado en una historia de Arturo Campión: narración, por una parte, la decepción de un emigrante a su regreso de América, al ver la desaparición del txistu y sus danzas; y por otra, su alegría, en un posterior regreso con su recuperación.

La figura, donación, de Félix Lizarraga, se suma a los regalos de su serie realizada en acero corten, con los que recuerda y reivindica cultura y etnografía local.