Las instalaciones de El Bocal permanecen cerradas desde principios del pasado mes de julio. En la puerta de entrada, con la llave echada desde entonces, se puede observar un cartel en el que se puede leer “cerrado hasta nueva orden”. Desde la vuelta a la denominada nueva normalidad son muchas las familias que se han desplazado a este lugar donde nace el Canal Imperial de Aragón, especialmente verde y fresco en verano, para pasar un sábado o domingo, pero se han encontrado las puertas cerradas sin más explicación.

El lugar es propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro y desde este organismo han indicado que el cierre de estas instalaciones, para turistas y visitantes pero no para trabajadores, responde a la afluencia masiva de personas en los primeros días tras la apertura el pasado 26 de junio, en que algunos de visitantes no respetaron las normas que rigen la situación de pandemia y que son de obligatorio cumplimiento en este lugar, como señala un cartel a la entrada.

Según señalaron “El Bocal estará cerrado hasta nueva orden tras reabrir el pasado 26 de junio con afluencia masiva de personas no respetando, en algunos casos, los horarios de cierre del recinto, ni las medidas sanitarias establecidas para evitar contagios por covid”. Desde este organismo añadieron que “por estas razones y tratando de evitar problemas sanitarios, la dirección de la Confederación ha decidido cerrarlo hasta que puedan garantizarse las condiciones sanitarias”, sin que estas condiciones se hayan fechado ni traducido en una fecha de apertura. Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro recuerdan que “el recinto del Bocal es un centro de trabajo vinculado al río Ebro y al Canal Imperial”. El enclave de El Bocal, distante apenas 5 kilómetros de Tudela, es uno de los lugares más visitados en verano por los habitantes de los pueblos cercanos. Habitualmente su horario de apertura es de 8.00 a 21.00 horas, si bien difiere un poco el de invierno del de verano.