- Juan Manuel Ortega es un feriante de Logroño de los que desde “toda la vida” ha venido a las fiestas de Tudela. Con casi 25 años de fiestas de Santa Ana a sus espaldas desde su tómbola Antojitos ha visto pasar a generaciones de tudelanos y ha visto evolucionar la fiesta. Ahora, tras el confinamiento y con la aparición de nuevos brotes ve cómo la situación se complica para su sector sin que nadie parezca querer tomar cartas en el asunto ni apostar por ellos cuando, como defiende él, sus medidas de seguridad son tan seguras o mejores que la de locales que no están al aire libre. “Estamos completamente desamparados. No tenemos ningún tipo de ingreso de ninguna clase desde hace meses. Estamos peleando intentando que nos permitan estar en algunos sitios aunque sea sin fiestas, pero solo lo han conseguido en un par de sitios en todo el país”.

Juanma, como popularmente se le conoce, describe cómo han preparado protocolos para que la gente pueda acceder la recinto con límite de aforo y cómo cada atracción tiene sus propias medidas de seguridad. “No entendemos por qué los parques de atracciones, los centros comerciales les dejan abrir, cuando nosotros que tenemos los mismos protocolos o incluso superiores, no podemos ejercer nuestra actividad”.

Antojitos lleva 24 años viniendo a Tudela, 22 a Estella y 14 a Pamplona. En estos días asegura haber mantenido conversaciones con el alcalde pero “todo son buenas palabras, pero soluciones ninguna”. En su empresa familiar siguen con ingresos a cero y cuándo se le pregunta de dónde sacan para comer es claro “nos mantenemos con ayudas familiares y comiéndonos el ICO que hicimos al principio porque no íbamos a tener ningún ingreso. Nos acogimos a los ERTES y al ICO”. Pese a ser un “optimista de toda la vida” asegura que necesitan apoyo, “especialmente de los ayuntamientos, por ejemplo unas tasas reducidas durante tres años, eso sería una buena medida de apoyo y real. No quiero que nos den 1.000 euros, lo que quiero es trabajar, poder ejercer mi actividad”.

Para ellos la temporada de verano acaba de comenzar y se prolonga hasta octubre, “en mi caso luego me voy a Tenerife para mantenerme el invierno porque aquí no hay otro tipo de ingreso”.

Juanma asegura que cada vez que oye la aparición de rebrotes “me vengo abajo, se me cae el alma a los pies. ¿Es que no somos conscientes? Habrá que poner un poco de mano dura, si no nos vamos todos al garete. Pero hay cosas que no tienen sentido, como que no nos dejen abrir y luego viaje yo a Madrid a una manifestación de feriantes y vayamos 72 personas en el autobús. Eso es ilógico”.

“Yo no quiero que nos den ayudas, lo que queremos es trabajar”

Tómbola ‘Antojitos’