- Jardines capaces de prevenir inundaciones. Así se presenta el nuevo sistema de drenaje urbano sostenible que el Gobierno de Navarra ha implementado en el campus de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) en Tudela, a través de la sociedad pública NILSA.

El sistema se ha instalado en tres zonas del aparcamiento del campus y en su aspecto exterior se asemeja a un jardín. El funcionamiento del drenaje urbano sostenible (SUDS) consiste en imitar los procesos de la naturaleza y gestionar el agua de lluvia en el lugar donde se genera. De esta forma deja que las precipitaciones se filtren al terreno a través de superficies acondicionadas para tal fin, sin canalizarlas artificialmente hacia las tuberías de las localidades.

Asimismo, permite retrasar la entrada de las escorrentías en las redes municipales de alcantarillado, lo que facilita que se pueda dosificar un caudal abundante, producido por ejemplo por una gran tormenta o una fuerte avenida de agua; reduce la contaminación arrastrada por el agua, como bolsas de plástico, envoltorios, colillas, hidrocarburos, etc.; y permite optimizar los procesos de depuración.

La nueva instalación se ha completado tras un proceso de trabajo conjunto entre NILSA y UPNA durante 3 años. La implantación de esta infraestructura permite drenar 3.983 y 2.293 m2 de superficie, distribuidos en varias zonas diferenciadas. El sistema instalado en la UPNA dispone de instrumentos de medida que permitirán ampliar el conocimiento existente en torno a la eficacia y eficiencia de este tipo de infraestructuras, así como de su gestión. Esta acción ha contado con un presupuesto de cerca de 80.000 euros (sin IVA), financiados a través de NILSA y el programa LIFE NADAPTA, el proyecto europeo de adaptación al cambio climático dotado con 15,6 millones de euros de financiación para acciones en infraestructuras, masas de agua, agricultura y ganadería, bosques y salud.

Hasta la fecha, el campus contaba con colectores separativos de agua residual y pluvial, que finalmente confluían en un único colector unitario, lo que suponía que el agua de lluvia y la empleada en los hogares se mezclaban y terminaban en la depuradora. Esta situación, supone que existe una gran cantidad de agua de lluvia que termina depurándose sin necesidad, ya que podría infiltrarse en el terreno en perfectas condiciones. La solución óptima pasa por construir redes separativas en el alcantarillado, que diferencien entre el agua residual y el agua de lluvia que no debe ser depurada.