Durante este pasado verano, varios voluntarios de Ecologistas en Acción de La Ribera, realizaron un estudio de las temperaturas en diversos puntos de Tudela con el objetivo de obtener datos sobre cómo está afectando el calor a la ciudad y poder tomar medidas de adaptación y mitigación frente al cambio climático. Para ello, desde la organización realizaron mediciones en puntos no adaptados al cambio climático comparándolos con mediciones en espacios mejor adaptados al calentamiento global. Tal y como explican desde la propia organización, “en un mismo parque o en una zona se midieron las temperaturas al sol, a la sombra, tanto en los diferentes materiales del suelo como en los diferentes elementos del mobiliario urbano” añadiendo que “estas mediciones se realizaron incluso cada pocas horas”.
Para poder realizar las mediciones, Ecologistas en Acción de La Ribera utilizó “termómetros con sensor para medir la temperatura de la superficie de un objeto”, aclarando que “el funcionamiento de estos termómetros nuevos fue verificado por una empresa navarra de calibraciones, comprobando su perfecto estado”. Además, desde la entidad han resaltado que, “no es lo mismo la temperatura ambiente que la temperatura de un objeto o una zona determinada. La gran diferencia estriba en que el método de comprobación de la temperatura ambiente está regido por normas y estándares internacionales. En concreto, el termómetro para medir la temperatura ambiente debe estar situado a la sombra, dentro de un armario de madera, con lamas que favorezcan su ventilación, pintado con pintura blanca, de un metro y medio de altura y rodeado de una zona con vegetación baja. La temperatura de los objetos sin embargo se va a ver determinada por si recibe la acción del sol o por su composición. Y comprobamos que no tienen la misma temperatura un suelo de goma al sol en un parque infantil que el césped bajo la sombra de un gran árbol”.
Una vez finalizado el estudio y tras estudiar los datos, la organización ha presentado un informe sobre esta problemática, defendiendo que, “por las mediciones tomadas se confirma que en las ciudades son necesarias zonas verdes de calidad con árboles de gran porte que mantengan la humedad y creen una buena sombra, ya que en estas zonas es donde se han recogido las temperaturas más bajas. Por el contrario, se ha constatado que el suelo de goma de los parques infantiles es el material que peor tolera el efecto del Sol, ya que es en este material utilizado en muchos parques, donde se han alcanzado las temperaturas más altas”.
CORREDOR VERDE
A continuación, se expone la diferencia de temperaturas al sol y a la sombra en los diferentes materiales del corredor verde. Para ello se exponen dos tablas con los diferentes horarios de medición: 9:30 y 12:30.
EFECTO “ISLA DE CALOR”
En dicho informe con las conclusiones también se destaca la llamada isla de calor urbana que tal y como explican desde la organización se trata del “incremento de la temperatura mínima diaria, la nocturna, producido en los núcleos urbanos en comparación con la periferia o las zonas rurales adyacentes”. La principal causa de este efecto se deba a la “acumulación de estructuras, como edificios, aceras o asfalto, que absorben más calor y lo liberan más lentamente, al contrario que parajes naturales como bosques, ríos o lagos. A esto se suma el calor y la contaminación generada por el tráfico y la industria. Todo ello agrava las consecuencias del cambio climático en las ciudades y disminuye la calidad de vida de sus habitantes”. l