‘Solo ante el peligro’ (High Noon, 1952) le brindó una interpretación gloriosa. Tras haber hecho de todo (comedias, dramas, películas de aventuras, cine bélico) volvió al western por la puerta grande. Ganó el Oscar al Mejor Actor, el segundo de su trayectoria. Y terminó forjándose la leyenda de actor total. El rodaje coincidió con la Caza de Brujas de Hollywood, lo que llevó a que el largometraje, de 86 minutos de duración, tuviese una interpretación paralela; con el tiempo, se ha convertido en una crítica del macartismo, así como en un clásico ejemplo de western de izquierdas. En una entrevista en la CNN en 2012, el expresidente Bill Clinton reconocía que fue la primera película que vio en una sala de cine y que, desde entonces, la habrá visionado “25 o 30 veces”.

Su importancia radica en un planteamiento revolucionario para los estándares de la época: por primera vez, un western afronta un drama psicológico en su trama principal. El sheriff es un hombre asustado y humilde, en lugar del tipo duro del Oeste al que se habían acostumbrado a encarnar en la gran pantalla los actores de Hollywood. Dirigida por Fred Zinemman, la acción transcurre en tiempo real y cuenta con la participación de Grace Kelly en el papel de la joven Amy, recién casada con el sheriff de un pequeño pueblo. Ambos tienen pensado marcharse a la ciudad para emprender una nueva vida. Sin embargo, una mañana el sheriff Will Kane al que da vida Cooper es informado de que un malhechor que había atrapado y llevado ante la justicia ha salido de la cárcel. El criminal planea vengarse. Y nadie en el pueblo está dispuesto a ayudarle.

Tan grandiosa como la actuación de Cooper es la banda sonora, obra de Dimitri Tiomkin. Tex Ritter interpreta la inolvidable balada country ‘Do not forsake me, oh, my darling’, que aparece al principio de la película y que le sirve al compositor para utilizarla como base durante el resto del tiempo. Deconstruida hábilmente ajustándose al tono que requiere la historia, su uso en los créditos iniciales gustó tanto que los productores de Hollywood lo exigieron en muchas de las películas posteriores. El paso del tiempo, un elemento clave de ‘Solo ante el peligro’, se acentúa gracias a un montaje inteligente y el omnipresente uso de la partitura de Dimitri Tiomkin. Obtuvo el Oscar a la Mejor Canción.