La dermatitis atópica (DA) es una dermatosis inflamatoria de curso crónico caracterizada por un intenso prurito. “Se trata de una enfermedad multifactorial que resultaría de la interacción de factores genéticos, ambientales, defectos en la función barrera y una serie de factores inmunológicos. Es mucho más frecuente en la población infantil”, explica Rosa Izu, jefa de Dermatología del Hospital Universitario de Basurto. Al ser una afección que condiciona la vida de quien la sufre y al afectar a un colectivo importante de niños, la especialista apuesta por “campañas de difusión y educación de la población aprovechando las tecnologías de la información y comunicación (TICs) para dar visibilidad a la misma”. 

La dermatóloga Rosa Izu Belloso.

La dermatóloga Rosa Izu Belloso.

¿Cómo se diagnostica? 

Las manifestaciones clínicas son la base del diagnóstico, ya que ni la biopsia ni ninguna otra analítica son específicas de la enfermedad, pero la clínica es muy característica en general. El diagnóstico puede verse dificultado si la DA debuta en la infancia o en el adulto con alguna de las formas atípicas. Los antecedentes familiares y personales de atopía pueden sernos de ayuda. Además, es frecuente que se acompañe de asma, rinitis alérgica, alergias alimentarias... 

¿El grado de incidencia varía según las zonas geográficas? 

Sí. La prevalencia de la DA varía de unas zonas geográficas a otras y, en general, es mayor cuanto más al norte se sitúa el área estudiada, y cuanto más alto es su nivel de desarrollo industrial parece ir aumentando, por lo que no hay un entendimiento claro de los factores determinantes del incremento. En algunas poblaciones se han encontrado manifestaciones de DA en la edad infantil entre un 5-10%, sin diferencias significativas en relación con el sexo. Las estadísticas revelan una prevalencia infantil global de entre el 10-20% y en los adultos del 1-3%.

"La DA varía de unas zonas geográficas a otras y, en general, cuanto más al norte y cuanto más alto es el nivel de desarrollo industrial parece ir aumentando"

¿Cuál es el perfil del paciente con dermatitis atópica?

Generalmente son lactantes o niños pequeños que comienzan con eczemas o dermatitis –piel roja y descamada, o incluso con pequeñas vesículas– con intenso prurito que se traduce en un bebé inquieto, nervioso, que duerme mal y no deja dormir a los demás y que se siente liberado cuando se le desnuda porque la ropa le incomoda. El picor o prurito típico de la piel atópica que se acompaña de una piel ultra seca (xerosis) es lo que afecta enormemente su calidad de vida y la de la familia que cuida del niño. 

¿Las consultas multidisciplinares ayudarían en el tratamiento?

Sí. Lo ideal sería manejar a estos pacientes en consultas con médicos de varias especialidades (multidisciplinares) –dermatólogo, pediatra, alergólogos, neumólogos– expertos en la patología. Sin embargo, a veces es complejo tener una consulta monográfica por problemas de espacio o agenda, pero actualmente el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) permiten la intercomunicación entre profesionales y con el paciente, un campo en expansión. 

¿Un circuito asistencial bien definido sería la clave para reducir las listas de espera en Dermatología?

Afortunadamente la mayoría de los pacientes padecen dermatitis atópicas leves que suelen mejorar o desaparecer al llegar a la pubertad, pero sí que en los casos moderados-graves, que en ocasiones son dramáticos, conviene tener un circuito asistencial ágil que permita que esos pacientes lleguen cuanto antes a las consultas hospitalarias monográficas. 

¿Los hospitales de referencia cuentan con Unidades Monográficas de DA? 

En los últimos años, gracias a los avances terapéuticos en el campo de la atopía, prácticamente casi todos los Servicios de Dermatología de los hospitales grandes disponen de una Unidad Monográfica de DA. La aparición de los tratamientos biológicos (dupilumab y tralokinumab) o de los inhibidores de las Jak kinasas (baricitinib y upadacitinib) nos han hecho ponernos las pilas en cuanto al conocimiento de las complejas alteraciones inmunológicas que se producen en estos pacientes y mejorar en su manejo. 

¿Qué deben de controlar en esos pacientes?

Es imprescindible asegurar el control del picor y la calidad de sueño de los pacientes. Si el paciente se rasca continuamente su piel empeora y se engrosa todavía más, por lo que se establece un círculo vicioso de picor/rascado/ mayor eczema/ mayor picor que cronifica la enfermedad y aumenta el riesgo de infección. Para ello clásicamente se han utilizado antihistamínicos y corticoides tópicos, asociados o no a antibiótico tópico, que son la base del tratamiento y bien utilizados controlan bien la mayoría de los casos. En casos rebeldes o más graves hay que recurrir a fototerapia o inmunosupresores sistémicos. Y en el último escalón se sitúan los nuevos tratamientos ya mencionados. 

"Los nuevos tratamientos permiten mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente"

¿Por ahora no hay cura para esta afección, pero quienes la sufren llevarán una vida normal?

Por supuesto. Los nuevos tratamientos permiten mejorar los síntomas y la calidad de vida del paciente. No disponemos por el momento de tratamiento curativo para siempre, pero sí que se pueden controlar los síntomas al 100% y tener una vida normalizada. 

¿Las nuevas terapias han revolucionado el manejo de la dolencia?

Creo que se abre una nueva era, que se inició hace pocos años, con la aparición del primer fármaco biológico (Dupilumab) y que ha supuesto una auténtica revolución en el manejo de la DA, y al que afortunadamente se le van uniendo nuevas moléculas todavía más prometedoras aún. 

¿Qué áreas de mejora existen?

Actualmente casi todas sus necesidades están cubiertas, pero existen áreas de mejora especialmente en el campo de la educación médica a pacientes y familiares, uso de la medicina digital en el manejo de la enfermedad y distribución de recursos de la manera más óptima posible, ya que la innovación terapéutica solo tiene un aspecto negativo: su alto coste. 

El impacto de la dermatitis atópica sigue creciendo. ¿Qué recomendaría a quienes la padecen?

Que consulten con su médico de atención primaria o pediatra, que está perfectamente capacitado para el manejo de la mayoría de los casos ya que son leves, y que será el encargado de derivar al paciente al dermatólogo u otros especialistas con los que trabajará estrechamente para llevar un mejor control de la enfermedad.