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AspasorAsociación de padres, madres y amigos de las personas sordas de Álava

"A las personas sordas el apagón les afectó mucho más por su dependencia de internet"

Isabel, Amaia, Blanca y Leire Uxue forman el motor de la asociación alavesa, que desde 1977 trabaja por los derechos de las personas sordas, con un equipo donde la discapacidad auditiva y la vocación profesional van de la mano

"A las personas sordas el apagón les afectó mucho más por su dependencia de internet"Jorge Muñoz

En Aspasor las mujeres llevan la voz cantante. El equipo motor de la asociación alavesa, que nació en 1977, cuenta con un plantel compuesto, entre otras, por Isabel Martínez González, técnica del Servicio de Intermediación Laboral; Amaia García Jiménez, responsable del Servicio de Comunicación y Lenguaje; Blanca Marquínez López de Lacalle, responsable del Servicio de Información y Asesoramiento; y Leire Uxue Franco López de Uralde, responsable del Área de Socialización. Todas ellas, excepto Leire Uxue, con discapacidad auditiva, recalaron en la asociación por razones profesionales. La entrevista conjunta se inició primero por teléfono y después se ha completado vía e-mail para poder reflejar mejor todas las aportaciones. Unos días antes, el 28 de abril, se produjo el histórico apagón eléctrico, que añadió una dificultad extra al colectivo de personas sordas: “Les afectó en un grado mucho mayor que al resto de la población, ya que su dependencia con las redes sociales e Internet es total”, cuentan desde Aspasor. 

¿La sociedad alavesa es cada vez más consciente de las barreras con las que se encuentran las personas sordas? ¿Está realmente concienciada? 

-Se van dando pasos, pero muy despacio; mucho más despacio de lo que nos gustaría. Sí que cada vez hay más información y se conocen mejor algunas facetas, pero aún quedan muchos mitos y prejuicios por romper. En general, se sigue asociando la sordera a la edad y como algo sin mucha importancia. No nos paramos a pensar lo que supone, ya que, como siempre decimos, es una realidad invisible que pasa desapercibida en la mayoría de las situaciones. Nos concienciamos cuando nos toca de cerca y tenemos una hija, un amigo o un familiar con discapacidad auditiva. Pero esto no ocurre siempre. 

En 2023 difundieron un duro comunicado dirigido al área de Políticas Sociales de la Diputación porque durante la pasada legislatura, subrayaron, se habían sentido “ignoradas”. ¿Ha mejorado la relación con las administraciones políticas del territorio? 

-Sí, en aquel momento nos sentimos así porque estábamos en una situación extrema con respecto a nuestro local. Aquel era un sitio deficiente en cuanto a espacio y posibilidades, que no nos permitía desarrollar de manera adecuada las actividades ni la gestión asociativa. Nos quedamos colgadas en la última legislatura. Posteriormente, llegamos a una solución con el equipo del nuevo diputado de Servicios Sociales, Gorka Urtaran, y, aunque no es la mejor, nos está permitiendo avanzar y mejorar en muchos aspectos.

"La sordera es una realidad invisible que pasa desapercibida”

¿Qué queda por resolver? 

-Nos da pena que no haya sido de forma definitiva, ya que estamos en un alquiler privado sujeto a las condiciones del mercado. Creemos que, para las entidades que desarrollamos una función social, debería existir una alternativa más razonable. De todas formas, hemos sido capaces de consensuar una salida que, por otro lado, siempre hemos considerado que beneficia a toda la población de Vitoria-Gasteiz y del territorio. Ahora disponemos de una mejor atención para cualquier persona que la pueda necesitar.

Estereotipos


¿Qué sabemos? Siguen pesando, y mucho, los clichés y estereotipos asociados a esta comunidad. Aspasor rebate un puñado de falsedades, mitos y bulos que siguen coleando.


1. ¿Pueden leer los labios y seguir una conversación? “No siempre. Resulta muy complicado hacer la lectura labial en situaciones concretas por mucho tiempo seguido y sacar el 100% del mensaje oral”.


2. ¿Son mudas? “Todas las personas sordas pueden desarrollar el habla, ya que, a priori, las cuerdas vocales no las tienen afectadas y pueden reproducir sonidos”. 


3. ¿Oyen y se enteran solo de lo que les interesa? “Oír no significa entender. El ruido ambiental, la falta de vocalización o taparse la cara y la boca dificultan el entendimiento”.


4. ¿Con audífonos e implantes pueden llegar a oír bien? “No todas las personas sordas pueden beneficiarse de una ayuda técnica y tener un nivel de audición aceptable. Por supuesto, nunca será como el de una persona oyente”. 


5. ¿La lengua de signos es fácil de entender? “No. Porque tienen una estructura propia y los elementos necesarios para constituirse como un idioma”.


6. ¿Es un idioma universal? “Tampoco. Y, como todas las lenguas, se desarrolla en función de la comunidad que lo utiliza. Por lo tanto, tiene sus características propias en cada territorio y país. Hay más de 300 lenguas de signos en el mundo”.


7. ¿Pueden conducir? “Muchas lo hacen, pero hay otras muchas personas sordas que no pueden acceder en igualdad de condiciones al examen teórico porque no existen exámenes adaptados en lengua de signos”.

¿Cuál creen que ha sido el mayor logro hasta la fecha de Aspasor gracias a la presión ejercida durante todos estos años?

-Si tenemos en cuenta los casi 50 años de actividad, son muchas las mejoras. Aunque a nosotras siempre nos parecen insuficientes. Estamos convencidas de que, si avanzamos, es porque las familias y las personas sordas están ahí recordando tanto la importancia de mejorar los servicios como la respuesta social al colectivo: sanidad, educación, servicios sociales, ocio y tiempo libre, cuestiones laborales, etc. Serían muchos los logros, empezando por la sensibilización de la sociedad. La sordera se conoce más, en educación se ha realizado un reconocimiento de las necesidades del alumnado con sordera, en sanidad se han incluido las prótesis auditivas de 0-26 años. En general, a nivel legislativo, también se ha avanzado. Pero lo dicho: queda muchísimo camino por delante.

"No nos paramos a pensar lo que supone la sordera”

¿Los jóvenes sin audición lo siguen teniendo más crudo a la hora de incorporarse al mercado laboral? 

-Por supuesto que sí. Partiendo desde la formación, donde no siempre se cuenta con los recursos que serían necesarios en el ámbito educativo o profesional. Es muy curioso que lo que más se demanda sea una persona con discapacidad, “pero que no esté muy afectada”. En nuestro caso, por ejemplo, que pueda hablar por teléfono. Responde a un interés económico, pero no siempre a una conciencia de inclusión o apoyo a la diversidad. En general, el mercado laboral es muy competitivo y las personas sordas lo tienen más difícil.

¿Qué se le puede trasladar al empresario que ve limitaciones y teme por la rentabilidad de su negocio?  

-Que pueden hacer de todo, como cualquier otra persona, menos oír. Lo que habrá que hacer es adaptar el desarrollo de su trabajo y que no esté vinculado con su capacidad de escucha o, en todo caso, facilitar las ayudas y las medidas de adaptación que se requieran. Por lo demás, la competencia es total e incluso puede ser mayor en algunas áreas. La experiencia demuestra que el resultado es exitoso.

Según la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), solo una minoría de los jóvenes del colectivo tienen estudios universitarios. ¿En Álava la situación es así?  

-La situación es la misma en todo el Estado. Es una evidencia que con el alumnado sordo no se están poniendo todas las medidas que se requieren y, muchas veces, su formación presenta deficiencias importantes. La administración debiera de preguntarse qué está pasando y por qué. Es verdad que también se ha avanzado (hay más personas sordas preparadas), pero siempre con un gran esfuerzo personal y familiar, lo que muchas veces también acarrea un desgaste emocional muy importante.

¿Las mascarillas en la pandemia se convirtieron en otro hándicap?

-La pandemia fue un periodo horrible, del que todavía estamos sufriendo las consecuencias psicológicas y emocionales de algunas personas. Si para la población en general supuso un aislamiento, para las personas sordas en un grado inimaginable a todos los niveles.

¿El éxito de la película Sorda puede marcar un antes y un después? 

-Más que marcar un antes y un después, que ya quisiéramos, visibiliza ciertas cuestiones y abre la posibilidad de debate para poder profundizar en muchos de los tópicos. Supone una campaña de sensibilización muy potente y también una forma de tocar algunos aspectos muy difíciles de explicar de otra manera. Algunas personas nunca han tenido la realidad de la sordera delante, y esto ya lo posibilita la película.