Soy profesora de un colegio público de Educación Infantil y Primaria que ha sido usuario durante años del programa de visita del depósito de aguas de Mendillorri, y, por lo tanto, testigo directo de su buen funcionamiento hasta ahora. Me apena saber que se ha prescindido de los servicios de Hirusta, la empresa que lo llevaba gestionando los últimos 20 años. Estas personas, con su buen hacer, han acercado a los niños un tema no muy fácil de entender a estas edades, han conseguido atraerles, motivarles, entusiasmarles.
Las monitoras que nos han atendido a lo largo de estos años han sabido hacerse con los diferentes grupos de forma muy profesional, han atraído su atención, y han hecho fácil lo que en muchas visitas a otros lugares de Navarra no siempre lo ha sido. Y es que, en una visita con niños, la experiencia y el saber hacer del monitor lo es casi todo, y sin ello cualquier tema atractivo puede resultar un desastre. Estas personas nos han demostrado siempre su profesionalidad y hemos incluido esta visita en el programa educativo de nuestro centro con la confianza de que el resultado iba a ser bueno.
Por ello no puedo entender cómo, tras haber dado a nuestra comunidad durante tanto tiempo lo mejor de sí mismas, se decida prescindir de sus servicios en pro de una macroempresa que nadie conocemos. ¿No sirve de nada la experiencia y antigüedad en el puesto de trabajo? ¿No se tiene en cuenta que han tenido iniciativa y profesionalidad ofertando un programa de calidad? ¿No se valora que estas personas son nuestros/as vecinos/as, que son madres/padres de familia que, como premio a su esfuerzo, se quedan sin trabajo? ¿Qué clase de sociedad queremos construir para nuestros hijos/as si funcionamos de esta forma tan mercantilista, donde sobre todo prima la reducción de costes, en detrimento de otros muchos valores más humanos? ¿Es la sociedad de las macroempresas con ejércitos de asalariados y del hoy te uso, mañana te tiro la que queremos para ellos/as? ¿Qué lugar queda para la iniciativa de las pequeñas empresas de nuestra comunidad?
Por ello a través de estas líneas quiero mostrar mi solidaridad con estas personas que tan bien nos han atendido hasta ahora. Veremos si realmente los nuevos adjudicatarios dan la talla hasta el nivel de que merezca la pena el precio humano que se está pagando.