ESTE año los niños de Sarriguren nos hemos portado bien, rozando la excelencia si nos atenemos a los informes de nuestros abuelos. Puede que el criterio que sigas para valorar eso no coincida con el nuestro, pero seguro que es porque te dejas llevar por otros informes, los de nuestros padres y madres, y que seguro obran ya en tu poder. Ponlos en la reserva. Ellos, aunque se consideren muy justos, no dejan de ser parte en este conflicto de intereses, por lo que su testimonio no puede ser tenido en cuenta, al menos, en lo referido a los merecimientos que hayamos podido hacer a lo largo de todo un año. En serio, Olentzero, esta gente cumple años, y además de ganar arrugas y perder color, se agrian y ven todo negativo. Mi aita y mi ama dicen que es por la m? de trabajo que tienen, porque no llegan a fin de mes, porque su jefe por aquí y el banco por allá. Yo creo que con un poco de alegría y muchas amistades, todo se puede mejorar.
En el día a día, llevamos la alegría por bandera y no nos peleamos más que lo justo y por causas absolutamente nobles, pero tampoco has de tenerlo en cuenta, ya que todo es debido a, cómo lo explicaría, tener que convivir en una especie de maqueta de Playmobil que tanto un señor que se llama alcalde, aunque en casa no sé por qué le llaman el Preferente, como otro que se llama consejero, que debe ser de madera, porque a este le llaman Pinocho, se empeñan en llamar escuela.
Escuela es porque nos hacen ir de lunes a viernes, hay profesores y debe haber un director que se preocupa por nuestra educación y bienestar -no puedo decirte cómo le llaman en casa, la verdad, porque me temo que nos quedaríamos sin lo que te vamos a pedir-. El asunto es que, para ser un colegio en el que cada año hay más críos, lo vemos pelín escaso.
Cuando llueve nos encierran en un gimnasio en el que los conflictos se disparan. Y es que es muy difícil que partidos de fútbol, pilla-pillas, escondites y acrobacias varias puedan convivir en paz en semejante espacio. Estuvimos un día en casa del alcalde y tenía una sala para reunirse con sus amigos -esto es un decir porque se les veía decirse cosas de muy malas maneras?- que era del mismo tamaño, con la única diferencia de que ellos eran 25 amigos y nosotros 700. Podría seguir, pero no nos gusta criticar; ahora, eso sí, si nosotros habláramos de los turnos de comedor, de las clases de educación física, de los vestuarios? Ya te decimos que no nos gusta criticar.
Bueno, vamos con la petición, que nos enrollamos y al final no sales de la borda ni p'al copetín. Queremos una escuela nueva donde podamos aprender, hacer talleres, ejercitar nuestro cuerpecico, hacer actuaciones (sí, de esas que solo gustan a los aitas y amas propios)?, donde los profesores no deban aprender a jugar al tetris para organizarnos, donde tengan su espacio también para preparar las clases, donde los vestuarios sean suficientes y no tengamos que usar cualquier espacio para ponernos en bolas -somos txikis pero nos gusta tener nuestra intimidad-; una escuela donde no nos quedemos tiesos de frío jugando a pelota, fútbol, baloncesto (unas paredes a la pista polideportiva y cerrar el frontón estaría de lujo, la verdad. Y que tú la vieras, porque así otro año también a ti podríamos recibirte en condiciones)? En fin, lo que viene a ser una escuela donde podamos estar a gusto mis amigos, amigas y yo, y lo mismo todos los hermanos desdentados que ya gatean por casa y que en breve, si un tal Herodes no lo impide -eso dice mi aita-, acabarán uniéndose a nosotros. Te lo agradeceremos mucho y el proyecto educativo, el profesorado y sus nervios más.
En resumen, y para que te quede claro lo que estamos pidiendo, que con tanto vino y tanta pipa todavía no sabemos cómo haces para aclararte: Eskola berria orain!! una escuela nueva ya!!
PD: El regalo para el señor Preferente y para el señor Pinocho me imagino cuál va a ser, pero no lo queremos decir en alto, que solo con mentar la bicha se puede volver contra nosotros.
Juan Mari Arazuri
Miembro de la Plataforma Construyendo Sarriguren: Hazi eta Hezi