UN perversamente maledicente ¿periodista?, mezclando con gran habilidad torticera los datos, concluye que el instituto Iturrama es el criadero de ETA y, tras dispararnos la noticia en la nuca, ¡¡¡etarras!!!! repiten los cielos y el mar de la sacrosanta opinión fascista de algunos periódicos españoles.

Y, aliada bajo el manto protector de la falsedad oficiosa del poder, la Doña (reina y señora, abogada nuestra) vomita, ante un millar de adeptos, que "?no podemos dejar la educación de nuestros hijos en manos de estos señores".

A la Doña, al parecer, no le preocupa que el articuleyo de la noticia haya tenido acceso a un informe reservado de la Guardia Civil, que la Doña reconoce conocer con anterioridad: ¿quién lo ha des-reservado y dado a conocer al articuleyo? ¿O no hay tal informe y solo es una patraña orquestada?

A la Doña no le preocupa que el articuleyo diga que -con una fácil aplicación informática- se puede entrar en la página web del instituto donde están los datos de todos los alumnos. Porque, siendo así que tal página web está protegida con los sistemas propios del departamento de Educación del Gobierno de la Doña, cabe preguntarse, ¿cómo han tenido conocimiento de ese hecho? ¿Cómo han podido entrar en los datos privados del alumnado? ¿Ha habido quién le ha facilitado al articuleyo las claves de acceso? ¿Y cuántos delitos hay en ello?

A la Doña no le importa demasiado que profesorado, alumnado y familias se vean envueltos por la calumnia de la manipulación estadística e informativa (cámaras ocultas, pasillos que no son del instituto Iturrama?).

La Doña, por ser quien es y porque nos ama sobre todas las cosas, debería sacar la cara a la población navarra y desvelar los intríngulis de la noticia manipulada, falseada interesadamente e injuriosa, y lavar la imagen de las más de 1.500 personas insultadas por el espumarajo mediático. Pero no, la Doña prefiere aliarse con los filonazis, profascistas de la prensa española difamadora, y echar mas leña al fuego y echar al fuego a los navarros irredentos que insistimos en llamarnos vascos ("a ver si les ponen una bomba y salen todos por los aires" ladra un demócrata en el foro del periódico ventilador de embustes programados).

La Doña vive de rodillas, postrada embelesada ante el becerro de oro del poder, esperando recibir a cambio de su sumisión unas monedas (aproximadamente 30) -y, si es posible, en forma de dietas-, a cambio de las cuales entrega parte de Navarra -la que no es de bien-al sacrificio.

Como Judas?, solo que él tuvo la decencia de, consumada la traición, ahorcarse.

Pedro Romeo Lizarraga