¿Ley del Euskara o Ley del Vascuence?
Dirigido a los que no aceptan las normas del juego. El pasado 14 de enero, en un solo día, dentro de las cuatro paredes del Parlamento de Navarra, se nos apareció, en toda su crueldad, la realidad que vive el euskera. Y lo que vamos a relatar sucedió en la capital del país del euskara, ¡realmente increíble!
A las 12 del mediodía, en una sesión de trabajo, nuestros representantes políticos tuvieron la oportunidad de debatir sobre la necesidad de poner Iruñea en las señales de entrada a la ciudad, junto al nombre Pamplona. Fue una propuesta-reivindicación de los agentes a favor del euskera de la ciudad, con el objetivo de ir dotando a esta lengua de una visibilidad que se le es negada desde las altas instituciones de este país.
Por otra parte, ese mismo día, a primera hora de la tarde, en otra sesión de trabajo del mismo Parlamento, un nuevo debate enfurecido. En este caso, la propuesta de modificación de la Ley del Vascuence, aprobada en el 1986. Al final de la sesión, la votación favorable. ¡Buf! Menos mal, ya que no teníamos toda la seguridad de que así fuera a suceder, pero bueno, al final parece que estamos ante un paso adelante histórico. El contraste es brutal. Estamos hablando de derechos, del derecho que todas la navarras tenemos a vivir y estudiar en euskera. Hoy día 19, el paso que se dé con la votación en el Pleno del Parlamento, será, sin duda, histórico. Pero, seguramente, ese mismo día, en las señales de entrada a la ciudad, seguirá luciendo un solitario Pamplona, al igual que en otros tantos pueblos y ciudades de Nafarroa. Las gentes que formamos la asociación Sortzen creemos que los cambios históricos los protagoniza la ciudadanía, y en este caso, como en tantos otros, la clase política sigue por detrás, llegando tarde y mal. A esto habría que sumarle el panorama que tenemos en los órganos de decisión de la Administración navarra, donde parece que el propio termino euskara les produce algún tipo de alergia. Y en vez de ese término utilizan, de forma despectiva, la palabra vascuence en las apariciones ante la prensa, mientras hablan solo y exclusivamente en castellano. Y si nos atrevemos a unir euskara y educación: ¡apaga y vámonos! La propia presidenta del Gobierno navarro se atrevió a admitir en su día que, con el objetivo de poner freno a la subida de las matriculaciones en el modelo D, tuvieron que sacarse de la manga, y sin apenas condiciones para ello, extenderlo a diestro y siniestro por los centros escolares de Navarra, un plan para aprender en inglés. Está claro que quieren evitar a toda costa que nuestras hijas vivan y estudien, además de en euskara y castellano, en otra lengua. En este sentido, los datos aportados por el mapa lingüístico nos lo han confirmado: para el desarrollo saludable de un idioma, además de los centros de estudio, son necesarios espacios, iniciativas y planes. Es decir, enlazar el euskara, como idioma propiamente comunicativo, tanto desde la escuela como desde el ambiente familiar y público. Teniendo todo esto en cuenta, tenemos claro que para hacer frente a los retos a los que el modelo D va a tener en los próximos años, vemos totalmente necesario el compromiso y el trabajo en común de los agentes tanto a favor del euskera, como de la comunidad educativa. Y codo a codo, va a ser imprescindible una Administración que actúe de manera responsable. Resumiendo, al final, hoy, y algo que sucede en pocas ocasiones (aunque en los últimos tiempos cada vez es mas cotidiano), el Parlamento de Navarra va a escuchar y dar salida al deseo de la mayoría, y el modelo D va a estar, al fin, a disposición de los ciudadanos de toda la geografía navarra. De aquí en adelante, al Gobierno de Navarra no le queda más que respetar, además de dar apoyo a esa voluntad, llevando el modelo D a todos los centros educativos donde hasta ahora no ha sido posible. Por supuesto que no será fácil, y serán necesarios planes y presupuestos especiales, al igual que los que ya han puesto en marcha con modelos en lenguas extranjeras como el inglés. Pero en el caso del modelo D, todo este esfuerzo tiene de antemano la seguridad de unos resultados excelentes. No es momento de vivir poniendo excusas, y es por ello que le pedimos al departamento de Educación del Gobierno de Navarra que trabaje con responsabilidad, por un lado, porque ese es el deseo de la mayoría social y política de este país; y, por otro, porque lo que está en juego es el futuro de nuestras hijas, y en este juego, andar con trampas es injustificable. Para terminar, no nos queda mas que difundir a los cuatro vientos la alegría que las gentes que formamos Sortzen vamos a sentir hoy. Y de la misma manera, dejar claro que saldremos reforzadas en cuerpo y alma para seguir golpeando sobre el muro de la Ley del Vascuence. El año que viene comenzará a dar pasos el modelo D en toda Nafarroa, y estamos seguras que ello traerá una auténtica Ley del Euskara, y la desaparición de la zonificación y muchas otras medidas, todas ellas, ¡bienvenidas!