Las esquinas de los periódicos son esos lugares destinados a colocar las pequeñas cosas. Todo accidente o incidente menor tiene su lugar en los laterales de los diarios y no es que sean cuestiones sin importancia, ocurre sólo que no pudieron encontrar un buen espacio por culpa de los reportajes con mayúsculas. Estos días, los sucesos han estado copados por el terrible siniestro de tráfico de Cuatrovientos en el que dos peatones fueron arrollados por un conductor drogado y este atropello no ha dejado casi hueco a otras muchas noticias, como el positivo en cocaína del camionero que transportaba un vehículo de mercancías peligrosas. Luego están los pequeños efectos de los grandes acontecimientos: consecuencia de la crisis mundial del coronavirus, las farmacias navarras se están quedando sin mascarillas o, entre los ríos de tinta que cada año genera el debate de presupuestos de la comunidad, surgen dos líneas para hacer saber al Instituto Iturrama que por fin disfrutará de una cubierta en el patio, por ejemplo. No hay duda, hay hechos que siempre serán de esquina, como el fallecimiento esta semana de Patxi, el acordeonista de Estafeta. Menos de media columna informó de su muerte, pero muchos vecinos del Casco Viejo lo sintieron de veras y lo recordarán en el rincón de su calle.