a guerra en Ucrania corre el riesgo de evolucionar hacia una guerra mundial? Estados Unidos denunciaba ayer que el Gobierno ruso ha pedido ayuda militar al chino lo que éste negaba y lo atribuía a una campaña desinformación. Sea como fuere no es la primera noticia que nos hablan de amenaza nuclear y, por cierto, las cabezas nucleares, en el tablero europeo, las tenemos cerca, no solo las rusas. Si no tuvimos bastante sobrexposición informativa con la pandemia ahora recibimos el bombardeo diario de noticias sobre la guerra, la crisis económica que nos viene encima y una virtual III Guerra Mundial. Miedo a perder la salud, miedo a que suban los precios, a perder el trabajo y, también, miedo a morir quemados bajo una explosión de uranio, plutonio, hidrógeno o neutrones.

A veces pienso qué pasará por la cabeza de esas generaciones que sólo han visto películas de ficción, que no han conocido Hirosima, Nagasaki ni la Guerra Fría y aquel equilibrio de terror nuclear cuyo fin en realidad no era otro que garantizar que aquellas armas nunca se usaran. Nadie quería repetir aquel horror. ¿Ahora es posible? Una guerra nuclear tendría en horas muchas más víctimas que la II Guerra Mundial. Dicen que nuestro cerebro es plástico y se adapta a todo pero que el miedo nos puede hacer creer que no vamos a poder soportar el dolor y el malestar, y generarnos muchísima ansiedad. Gestionar la incertidumbre, el no saber qué puede ocurrir, parece más importante que cambiar el rollo de papel por botellas de aceite.