os ángulos. Su importancia geográfica. ¿Son verdad los ángulos? Historia de los ángulos. ¿Qué es un ángulo? Bonita pregunta, pero bueno, estaba el otro día hablando con Lutxo (que a veces es con tx y a veces con ch) y, no sé qué le dije acerca de lo de Ucrania, que me contesta: Pero eso tú lo dices porque siempre ves las cosas desde un ángulo. ¿Qué? Atención, otra para el examen: Causas y consecuencias de los ángulos. Aquí, con el rollo este de los ángulos, unos te llaman rojo y otros te llaman fascista. Qué cosas. Pero, claro, es cierto: yo veo las cosas desde un áangulo. Y tú, desde otro áaangulo. Entonces, ¿cuántos ángulos hay? ¿Infinitos? Lutxo dice que como mucho hay 360. Qué ingenuo. Vivimos en la era del individualismo feroz, cada uno tiene su propio ángulo, la verdad ya no existe. Solo existen los ángulos. Y esa es la cuestión, creo. Antes se hablaba de la verdad de los hechos. Como si el hecho, por delimitado y evidente que parezca, no pudiera decirse de mil formas. Me estoy volviendo fatalista. Y de hecho, me sorprende. No pensaba que yo fuera a serlo. Antes no lo era. Creía en cosas, supongo. Ahora, en lo único que creo es en lo rápido que ha empezado a ir todo. ¿Cómo va a haber verdad a semejante velocidad? Además, la hipertrofia del individualismo nos está separando y es imparable. Para que haya verdad tendríamos que estar juntos. Pero estamos cada vez más separados. Es la dinámica del universo: se enfría y se expande. Cada vez más ángulos, cada vez más leyes y cada vez más distantes unos de otros. De todas formas, lo que yo quería decir es que Núñez Feijóo ya ha encontrado su lema. Y parece un juramento: Lo haremos bien, asegura. Y suena superbien, ¿no? Me recuerda a un chiste de Chumy Chumez: O nosotros o el caos, decía el líder encaramado. Y la chusma plebeya contestaba: El caos, el caos. Y entonces, el tío, decía: Da igual, también somos nosotros. Qué risa. O qué asco, lo que sea.