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Editorial

Medidas eficientes, excepcionales y racionales

a economía está viviendo momentos de fuertes tensiones que amenazan seriamente el incipiente camino hacia la recuperación tras la crisis provocada por la pandemia. La guerra en Ucrania, además de su irreparable coste humano y moral, ha venido a agravar algunos problemas sistémicos disparando de manera sustancial los costes energéticos y de materias primas que ya venían encareciéndose en exceso y agravando también las carencias que se producían en el sistema de suministros. En una lógica reacción en cadena fruto de estas tensiones, sectores como la industria en especial, la electrointensiva, el transporte, la agricultura y la ganadería se han visto gravemente afectados. Algunas de las reacciones, como la huelga de camioneros, está incidiendo a su vez en el déficit de suministros y en una mayor elevación de los precios de productos y ha afectado a otros sectores como la pesca y ya de forma generalizada a la industria, sometida a un ahogo que empieza a ser insostenible. Aunque es cierto que el conflicto del transporte no está resuelto -Tradisna ha decidido seguir la huelga e Hiru debate su posición hoy el Alsasua-, la OCDE estima que esta coyuntura agravada por la guerra reducirá en un punto el crecimiento de la economía mundial, con especial impacto en la UE, y elevará la inflación en un 2,5%. En Navarra, el Gobierno foral aún no ha evaluado este impacto, pero la presidenta Chivite admitía el jueves en el Parlamento que muy probablemente las previsiones de crecimiento se reducirán, pese a que, según la Hacienda Foral, los ingresos fiscales no se han visto afectados este primer trimestre de 2023. Los empresarios navarros están lanzando la voz de alarma ante una situación de riesgo económico, ya que muchas industrias y pymes han reducido su actividad o han detenido su producción o reducido su facturación al no poder asumir los costes, no recibir suministros o no poder transportar sus mercancías. Es urgente reconducir esta situación, que además está ya agitando las calles con intervención de la extrema derecha el varias comunidades del Estado y afectando no solo a las empresas, sino a las familias. El Gobierno español debe tomar medidas e intervenir de forma contundente, con inversión, medidas excepcionales provisionales y ayudas a aquellos sectores, también como el de la ganadería en Navarra, más afectados.