royectan abrir un centro de estética y tratamiento corporal al lado de casa. Hay mercado. La gente se cuida cada día más; por dar buena imagen y también por salud. Por verse y sentirse bien. Un retoque, una dieta, una rutina diaria de ejercicios. Llega el buen tiempo y ya no es posible esconder los michelines debajo de un jersey holgado o de un abrigo. Y algunas personas lo pasan mal por un exceso de peso que no pueden controlar. Ni en verano ni en el resto de estaciones. Sin embargo, para los obesos, y para todo el mundo, ayer circuló una buena noticia. Un fármaco, la tirzepatida, ha conseguido una reducción de peso superior al 20% en la mayoría de los pacientes, y superior al 25% en más de un tercio. Pero no será cubierto por la sanidad pública, ya que la obesidad .

Mientras en el mundo desarrollado la obesidad ya es observada como una pandemia, en otros puntos del planeta millones de seres humanos pasan hambre. Y las consecuencias provocadas por la invasión de Rusia pueden hacer estallar esa olla hirviendo en la que no hay dentro nada que llevarse a la boca. Ucrania es uno de los principales exportadores de cereal; los cálculos apuntan a que en la actualidad buques rusos mantienes bloqueadas 30 millones de toneladas en puertos ucranianos. Las medidas proteccionistas de India dibujan un horizonte aún más complejo. La falta de grano, dicen los expertos, puede desencadenar nuevos conflictos en África: golpes de Estado, proliferación de grupos terroristas... Ya la han bautizado como la guerra mundial del pan. Y no van a disparar con migas.

En el último año, el trigo se ha encarecido un 56,2%. Por lo que nos afecta más de cerca, el pasado 1 de junio subió el precio de la barra. Aquí no se sospecha de posibles protestas. Nuestra batalla no tiene nada que ver con el encarecimiento de un producto básico sino con adoptar un consumo doméstico moderado, ya que el pan es rico en hidratos de carbono y dicen que es uno de los alimentos que más engorda. Lo nuestro, en fin, se arregla con tirzepatida, pero no hay fármaco que acabe con el hambre, la desigualdad, el expolio y el abandono en el que sobreviven en amplias zonas de África. Y esto no puede esconderse ni tratarse como si fuera una lorza de grasa en el abdomen.

Mientras en el mundo desarrollado la obesidad ya es observada como una pandemia, en otros puntos del planeta millones de seres humanos pasan hambre