enuda murga nos han dado los medios con el tema del posible fichaje de Mbappé . Que si viene, que si no, que se queda... Sea de una u otra forma la prensa deportiva logró uno de sus objetivos: vender esperanza. Bien mirado, es un buen negocio (en palabras del antiguo ejecutivo de Disney, Michael Eisner, el mejor posible). En épocas de tranquilidad deportiva como la actual y a la espera del Mundial en diciembre en Qatar, se seguirán alimentando diferentes rumores. Por cierto, buen ejemplo, la FIFA. ¿Cómo se puede permitir un campeonato del mundo en diciembre, rompiendo el equilibrio de todas las competiciones nacionales e internacionales? Está claro: por dinero. Y no dejan de pensar ideas para recaudar más: la Liga de las Naciones, un posible Mundial cada dos años, una Champions League con un nuevo sistema... En fin, no conocen una regla fundamental de la economía: la escasez. Por definición, un año no puede tener “diez partidos del siglo”. Sin embargo, sólo piensan en la abundancia de sus cuentas corrientes.

No se trata de hacer un análisis sobre el potencial futbolístico del París Saint Germain. Eso lo dejamos para los aficionados. Se trata de pensar en quienes han aconsejado a Mbappé: ¿Podría ser que los intereses de los asesores y del asesorado sean diferentes? Es lo que se conoce en economía como “teoría de la agencia” y, en este caso, merece la pena valorarlo.

En el mundo del fútbol, la prioridad de los agentes es que sus representados sean traspasados de un equipo a otro, ya que así tienen mayores comisiones. En consecuencia, tienen incentivos para dirigir a su cliente en un sentido. Es así. Siempre, siempre, siempre debemos tener en cuenta las razones ocultas de los demás, para lo bueno y para lo malo. Reflexionando sobre ello, descubrimos que la mayor parte de las veces que alguien ha realizado un acto que nos ha perjudicado no estaban pensando en fastidiarnos; el objetivo real era su beneficio. No sólo el monetario: hay más opciones.

En el caso de Mbappé, sus padres estaban interesados en que se quedase en París. Mejor tenerlo cerca de casa. Sus agentes estaban interesados en que se quedase en París. Más prima de fichaje. Incluso Emmanuel Macron, presidente de Francia, estaba interesado en que se quedase en París. Por lo tanto, todos le iban a empujar hacia esa decisión. ¿Era eso lo mejor para el jugador? No lo parece. A nivel monetario, va a tener dinero para dar y regalar. A nivel deportivo, la Liga francesa es poco competitiva. El PSG tiene un porcentaje salarial en dicha competición del 37%. Es una completa barbaridad. Así no tiene ningún mérito ganar. Otra cosa es la Premier en Inglaterra o la Serie A en Italia. La grandeza de una victoria viene dada por el nivel del rival. Si no hay rival, no hay grandeza. Punto. En consecuencia, puede ocurrir (como este año) que Mbappé juegue sólo dos partidos de nivel en una temporada: la ida y vuelta de los Cuartos de Champions.

En Economía de la Conducta se usan ejemplos de este tipo para adaptarlos como patrón a nuestra vida cotidiana. Por eso a un modelo en el que los asesores aconsejan al asesorado algo que no le conviene se le podría llamar efecto Mbappé. Aplicando este ejemplo, un alto cargo político siempre debe tener en cuenta que el principal objetivo de su asesor....¡es seguir siendo su asesor!

Estos patrones son fascinantes. Uno que se ha puesto de moda recientemente es debido a la famosa actriz Barbra Streisand. En el año 2003 denunció al fotógrafo Kenneth Adelman por fotografiar, en unas imágenes realizadas a la costa de California, su mansión en Malibú. Aunque el propósito de las fotos era mostrar la erosión del mar, la denuncia hizo que las descargas pasasen de seis....¡a más de 500.000! La censura logró una repercusión mediática sin igual. Por eso se llama efecto Streisand al fenómeno a partir del cual un intento de encubrimiento origina un efecto contrario al deseado. Pues bien, eso ha pasado en China: la censura por parte de las autoridades de una tarta con galletas oreo y canutillos de chocolate en forma de tanque ha logrado que muchos jóvenes hayan conocido lo que ocurrió en Tiananmen (año 1989).

Volviendo al asunto principal, debemos pensar en quienes nos asesoran para tomar las decisiones más importantes de nuestra vida. No existe el caso perfecto; las personas más cercanas se ven afectadas por lo que hacemos. Las personas más lejanas no tendrán que pasar por esas consecuencias, aunque posiblemente les faltará información para aconsejarnos mejor.

Entonces, ¿qué hacer? Muy sencillo: después de valorar los pros y los contras, decidir nosotros mismos. Parece muy fácil pero no lo es: nos gusta tener excusas para no responsabilizarnos de los errores que tenemos. Y no, no es hipocresía. Es biología.

*Economía de la Conducta. UNED de Tudela

A nivel monetario, va a tener dinero para dar y regalar. A nivel deportivo, la Liga francesa es poco competitiva

Debemos pensar en quienes nos asesoran para tomar las decisiones más importantes de nuestra vida. No existe el caso perfecto