Cuántos años se puede guardar un secreto? Qué hay de malo en tener alguno? Muchos se ocultan toda la vida, por miedo a contarlo y por decisión de no compartirlo. Hay muchos tipos de secretos (válidos siempre que no oculten un delito) que persiguen callar una información que de conocerse sería perjudicial para alguna de las partes implicadas, aunque a veces callarlos perjudica todavía más. Secretos que no siempre ocultan algo malo, ahí quedan hermosas historias como Los Puentes de Madison o Secretos del Corazón, pero que en su propia oscuridad van perdiendo brillo. Todas las familias tienen secretos, yo diría que todas las personas guardan alguno en la medida en que hay algo no contado, no compartido, no dicho. Secretos que se arrastran de generación en generación y que muchos nunca ven la luz aunque en torno a ellos se generen preguntas y misterios; que no tienen por qué saberse si quien los protagoniza no quiere contarlo, si intuye que el silencio es más constructivo que las palabras, algo dudoso si se apuesta por ellas como una de las mejores herramientas para comunicarnos, querernos y cuidarnos. Pero otra cosa son los “altos secretos”, aquellas informaciones sensibles para la llamada seguridad del Estado, esos grandes hechos que marcaron la vida de muchas personas y que ahora permanecerán ocultos a la opinión pública durante 50 años, o incluso una década más en caso de que persistan las razones que llevaron a su clasificación. Muchos de ellos no deberían haber permanecido ocultos, sino a plena luz para disipar las sombras de la duda. 50 años es mucho tiempo, puede ser toda una vida.