“Camino a la escuela” es un conocido documental que narra la historia real de cuatro niñas y niños que deben enfrentarse diariamente con una multitud de adversidades y peligros para llegar a la escuela en Kenia, la pampa argentina, el Atlas marroquí y la India. Pues bien, si hacen una segunda parte tendrían que añadir a las chicas y chicos del Pirineo navarro gracias a la increíble incompetencia del Departamento de Educación. El alumnado de Bachiller y Formación Profesional de Roncal, Salazar, Navascués, Aezkoa, Valle De Arce, Valle de Erro y Esteribar no tiene centros de enseñanza en la zona y su única opción es desplazarse hasta Pamplona. En junio entró en vigor una nueva ley por la que se establece que estos alumnos también tienen derecho al servicio de transporte. A finales de agosto las familias conocieron la propuesta del Departamento: alargar el recorrido del autobús de Aóiz hasta Garralda y que saliera de allí a las 6:20 de la mañana. Para eso, la mayoría tendría que levantarse a las 5:00, recorrer carreteras y puertos y luego hacer otra hora y pico de viaje hasta Pamplona. Unas cuatro horas y media diarias de autobús y así día tras día, durante todo el invierno. Ante esta chapuza las familias pidieron un nuevo itinerario más lógico y con dos vehículos de 9 plazas, pero les respondieron que no era posible porque no llegaban a los ratios mínimos establecidos. Alucina. Al final las familias han solicitado la ayuda económica de las entidades locales y este año se apañarán así, pero no son maneras. No vale de nada que los políticos se llenen la boca hablando de planes contra la despoblación si a la hora de la verdad les importa un pimiento cómo tiene que sobrevivir la gente del Pirineo. l