Hay semanas de novela negra, del pintxo, del cine … y ésta ha sido semana de misterios. Veamos. Primer misterio: ¿Por qué se cae el banderón –no exactamente barato ya que la instalación costó unos 180.000 euros– de la Plaza de los Fueros? El pasado octubre se rasgó por el viento y, cuatro meses después, la tela se ha desprendido del mástil a 30 metros de altura y, como dijo un concejal, podría haber tapado diez coches que pasaran por allá. Segundo misterio: Osasuna ha ordenado abrir una investigación interna sobre la retirada de banderas que unos socios habían colocado en su balcón del estadio de El Sadar. Pretende depurar eventuales responsabilidades, actuar en consecuencia… y yo me pregunto ¿qué autoridad ampara a qué personajes para mandar más que la propia junta directiva en sus instalaciones y obligar a los seguratas del club –y pagados por el club– a llevarse unas banderas de propiedad privada, legales a más no poder y que no impedían la visión? Tercer misterio: El Ayuntamiento ha colocado en los corrales de Santo Domingo un elemento escultórico para ayudar a los turistas a imaginar a los toros que allá descansan horas antes de cada encierro. De acuerdo, pero ¿quién ha sido el aguililla que ha elaborado/aprobado un perfil metálico con cinco, y no seis, astados?