La industria verde navarra está de suerte. El empujón que van a recibir de dinero público además se reparte por todo el territorio y llega también a la montaña, zona media o Ribera. Recapitulemos: el grupo VW recibe de momento 400 millones de Europa para todo el proyecto de electrificación de coches incluyendo la planta de Landaben, Sagunto y Martorell. A su vez el Gobierno de Navarra aporta 200.000 euros en Aoiz para apoyar la fabricación de encendedores en la antigua nave de Gamesa, y desembolsará seis millones para la nave de la futura fábrica de construcción de madera Madergia. Tres millones llegan también a Cortes para la nueva planta de reciclaje de palas eólicas, 15 a Nordex para fabricar electrolizadores en Barasoain. A la Ciudad Agroalimentaria de Tudela y su planta de hidrógeno verde llega la mayor parte de los nueve millones de inversión entre Navarra y ayudas del Estado. También Ingeteam y Acciona recibirán ayudas aunque la apuesta es esencialmente privada. Bruselas desafía a Estados Unidos apoyando de forma decidida a su industria mientras que los Estados miembros, sin complejos, se convierten en “socios” en sus apuestas empresariales pero estaría bien que además se condicionara esas ayudas a garantizar la creación de empleo de calidad. Sólo falta que el dinero público enfocado hoy a proyectos sostenibles encuentre también inversores solventes en otros sectores como la vivienda. Para alquileres verdes.