Notición... pero menos

Tengo que restregarme los ojos. Resulta que la presencia de un ministro del gobierno español en los actos de conmemoración del bombardeo de Gernika es una noticia del recopón. Por supuesto, no voy a negar el relieve informativo de la participación del titular de Presidencia, Félix Bolaños, en el emotivo recuerdo de ayer en la villa foral. Puedo, incluso, sumarme al cliché del “paso en la buena dirección”, pero me es imposible escudriñar en el significado inverso de la supuesta novedad. Resulta que han tenido que pasar 47 años y medio desde la muerte de Franco para que una personalidad relevante del Ejecutivo central considere oportuno tomar parte en el homenaje y reconocimiento de las víctimas de una acción de guerra injusta. Lo anormal, o vergonzoso, lo injustificable es la ausencia hasta el día de ayer.

Para la galería

Nadie de los gabinetes de Felipe Equis González ni del campeón de la memoria histórica Rodríguez Zapatero se dejaron ver por uno de los símbolos planetarios de la crueldad de la guerra. A Sánchez le ha costado cinco años despachar un emisario y, como queda acreditado, ni siquiera con su gusto por el postureo, ha sido capaz de presentarse él en carne mortal. Prefirió marcarse el enésimo selfi y anunciar en el Senado, prácticamente a la misma hora del evento en la localidad arrasada, que Gernika será declarada hoy mismo “lugar de memoria por el horror del bombardeo fascista”. Una vez más, anuncio para la galería a mayor gloria de sí mismo sin el menor efecto práctico y que hasta encabrita al pensar en lo tardío de un reconocimiento tan obvio. Quisiera hacerme el sorprendido, pero como ya hemos visto con reiteración, se invoca la memoria a modo de propaganda y siempre que no se toque nada verdaderamente sensible. Ya anoté aquí mismo que está muy bien exhumar a José Antonio, pero que si quieres tener credibilidad en el ajuste de cuentas con el pasado reciente, has de hincarle el diente al caso Zabalza.

Otros fariseos

Dejo para este párrafo final a otros fariseos que tal bailan. Cuántos cantos ayer a la injusticia y a la resistencia contra el totalitarismo asesino que encarna Gernika de los mismos que llevan año y pico abogando por la rendición del pueblo ucraniano ante la invasión rusa, cuando no, justificando lo que cada vez está más cerca de un genocidio. Gracias a la doble vara, se puede reivindicar el heroísmo de quienes, sabiéndose en inferioridad, prefirieron seguir luchando y abogar, al mismo tiempo, por que se pongan de rodillas los que, 86 años después, se niegan a claudicar ante el agresor.