La maldad no nace, se hace

Cómo explicamos el lamentable tweet del viceconsejero de Economía de Isabel Díaz Ayuso, Manuel Llamas, ante los cambios legislativos anunciados por Yolanda Díaz para prohibir el trabajo al aire libre cuando haya alerta por altas temperaturas: “Este Gobierno sólo piensa en prohibir y volver a prohibir. Y por qué no prohíben trabajar cuando haga frío o, mejor aún, cuando llueva, que hay más accidentes”. Le imagino escribiendo desde la comodidad de un despacho con aire acondicionado, sin acordarse de José Antonio González y tantos otros que murieron por un golpe de calor trabajando a pleno sol. O Manuel es malo, o un miserable, o ambas (y algo peor).

 De aplaudirles a echarles

Aún recuerdo esas tardes de mayo de 2020 cuando nos asomábamos a la ventana a las 20:00 para aplaudir a los sanitarios. En Madrid han pasado de aplaudirles a echarles de los actos de campaña, como ha denunciado el colectivo de médicos y facultativos no fijos en el mitin de apertura de Isabel Díaz Ayuso. Los trabajadores se defienden: “No hemos gritado, no hemos traído pancartas, ni siquiera nos hemos parado a contarle a la gente que el 54% de los médicos de Madrid tienen contratos temporales”. Quizá a Ayuso le incomoda la pregunta con la que finalizaban su hilo: “¿Es un adelanto de sus intenciones con la Sanidad Pública?”

 

Lecciones de feminismo

Se le va a hacer muy larga la campaña al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, si sigue lanzando mensajes como éste de un acto en Valencia: “Orgullo por una candidata que ha decidido ser madre y candidata, que no ha echado cuenta para ver cuándo le viene bien o mal”. Al señor Feijóo quizá le sorprenda saber que, para el común de las mortales, sí es importante echar cuenta de cuándo se pueden embarazar: Hay que conjugar estabilidad económica con la protección de nuestro futuro laboral. La conciliación, si eso, otro día. Y por cierto, su partido podría hacer mucho más. En plena campaña, está a tiempo de ponerse las pilas.

 

Éstos también tienen lo suyo

Siempre interesa seguir la deriva del partido de Santiago Abascal, quemando etapas a velocidades más vertiginosas aún que en Podemos. Que en la formación que dirige alguien a quien no se le conoce otra labor que la política cabía esperar un caso como el destapado en Orihuela era cuestión de tiempo, no saben hacer otra cosa. Una concejala que se ha dado de baja afirma que es el partido del enchufe y el amiguismo y lanza graves acusaciones que ya hemos visto en otros municipios: que la cúpula trató de hacerse con la asignación del grupo municipal. Al negarse, recibió amenazas. No tienen programa electoral y, por lo visto, escrúpulos tampoco.

 

Ríndete y sigue al dron”

Me niego a que la invasión rusa de Ucrania evapore de un plumazo la poca humanidad que nos queda. A dejarme anestesiar por unas cifras tan grandes que al final terminen siendo sólo eso, cifras. No quiero dejar de imaginar a ciertos señores bien vestidos y alimentados durmiendo en cómodas camas mientras mandan gente al barro a matarse y a morirse de miedo. Como ese soldado ruso cuyas imágenes rindiéndose a un dron ucraniano han dado ya la vuelta al mundo. Qué asco este nuevo estadio al que hemos llevado la guerra. Veo su cara, mezcla de terror y desesperación. “Es ruso. Son los ‘malos’” me digo. Pero algo dentro de mí se remueve y no puedo evitarlo.