Ya nadie duda del poder de las redes sociales. Lo supimos desde que Obama ganó las elecciones en Estados Unidos en 2008 gracias a su slogan Yes, we can que se hizo viral. De los 16 bolos electorales que contabilizo van a hacer los diferentes partidos mañana por Navarra tendrán su píldora correspondiente en Twitter, Instagram, Tik-Tok o Youtube. Pequeños vídeos de un minuto o medio con mensajes escuetos de propaganda electoral o incluso mostrando los candidatos su lado más personal (el presidente de Aragón ha metido hasta un álbum familiar).

Imágenes y vídeos donde la imagen es lo que cuenta: cómo se transmite. Por no hablar de que todos tienen ya asesores de imagen, también EH Bildu. Sánchez se grababa ayer en un pequeño de cine en Puertollano con la familia Ortega y Feijoó se colgaba una foto con unos camioneros camino a Logroño, mientras Ayuso danza en un vídeo con más gente su tema ‘Ganas’. También Koldo Martínez (6.761 seguidores en Twitter) se dejaba ver ayer bailando en el Lar Gallego en el día de las letras gallegas.

Le supera con 19.855 seguidores Uxue Barkos, Asiron tiene 16.300 y 11.000 María Chivite. Pablo Iglesias arrasa con 2.719.000 fieles y Pedro Sánchez con 1.752.210 también tiene tirón en este canal que puede resultar peligroso porque los fallos se pagan caros. Sino que se lo digan a Abascal (748.300), en su último desliz dijo que “muchos nos han escribido en las redes sociales mientras instaba a los alumnos a que graben las clases de educación sexual que “destruyen y pervierten su inocencia”. Y corrió como la pólvora lo primero... Ya les digo, en esta sociedad de consumo rápido y digital lo anecdótico puede triunfar.