No se puede estar en misa y repicando. No se puede utilizar las fiestas para hacer campaña política y que te salga bien. Ayer los paganos de quienes se han querido aprovechar de las fiestas para marcarse un tanto fueron los más pequeños. Primer error: la decisión del nuevo equipo de gobierno municipal, contraria al sentir de la comparsa, de trasladar el acto de despedida de Sanfermines a la Plaza del Castillo. Todo un fracaso teniendo en cuenta que ni el acto fue tan acogedor (el kiosko rompe la visión en mitad de la plaza) ni resguardado de ninguna sombra. E Iruña superaba los 35º a las doce del mediodía. En segundo lugar, la presidenta del Gobierno María Chivite quiso aprovechar que las figuras iban a descansar en Palacio para hacerse una foto con ellas a una semana de elecciones. La jugada fue vista a tiempo por la alcaldesa de Pamplona Cristina Ibarrola que ayer mismo ordenaba a la comparsa municipal que se retirasen los muñecos en el Consistorio sin pasar por el edificio de Diputación. Los responsables de la comparsa, descolocados ante tanto cambio, pidieron una reunión con el Consistorio que finalmente les dio a elegir entre regresar al Ayuntamiento o en kalegira hasta la Estación de Autobuses que es a donde se marcharon para huir de tanta reina protagonista. No es un cuento para txikis, ocurrió ayer 14 de julio de 2023.