Síguenos en redes sociales:

Mesa de Redacción

Ana Ibarra Lazkoz

Besamanos y la princesa Leonor

Besamanos y la princesa LeonorEFE

Parece mentira que rendir pleitesía a una institución tan anacrónica tenga tantos adeptos. No hay más que ver el besamanos que dedicaron a los reyes los 2.500 invitados de la esfera política y social del Estado en el Salón de los Leones del Palacio Real durante la festividad de la Hispanidad. En la larga fila de fieles serviles a la realeza -o, vamos a dejarlo, en personas que se sienten cómodas con este protocolo y que les pone el posterior cóctel para poder contarlo después a su entorno- se encontraba un más que nutrido número de periodistas que cubren la información de la Casa Real.

Entorno a medio centenar de informadores iban pasando en desfile para dar la mano o hacer la reverencia a los monarcas. Por no hablar de la cobertura que ha tenido el acto en casi todos los medios junto al desfile de militares del Ejército en el Día de la Fiesta Nacional, toda una exhibición de rancio patriotismo. El estreno de la princesa Leonor como heredera del trono en la Fiesta Nacional junto a los reyes con el uniforme castrense dando un aire de modernidad a la institución parece querer decir que la monarquía tiene futuro. Nos colaron a Felipe VI y ahora pretenden hacerlo con Leonor. Algunas esperamos que no. Díganme sino para qué sirve esta institución, símbolo del franquismo. más allá de reunirse con los candidatos cuyo gobierno depende de la voluntad de los grupos políticos elegidos por la ciudadanía. Representa un gasto supefluo y, además, es un cargo hereditario, que es la antítesis de la cultura democrática. Monarquías que todavía gobiernan 43 estados en todo el mundo.

Fotos del desfile del 12 de octubre en Madrid, Día de la HispanidadEFE

136