Esta semana, un inmueble de la sociedad pública Pamplona Centro Histórico ha sido parcialmente ocupado. Tras varios días de controles policiales, concentraciones de apoyo, negociaciones, ofertas de realojos, cerraduras cambiadas, etc.; agentes municipales desalojaron los últimos pisos, a la par que el Ayuntamiento era acusado de ilegalidades varias. Mientras todo ello se desarrollaba en una esquina de Jarauta, un hombre vestido de negro y de gran envergadura se paseó por distintas calles del Casco Viejo dejando en los portales propaganda de una empresa especializada en seguridad con uno de esos nombres en inglés, reminiscencias del este europeo y un subtítulo por muchos conocido: Desokupa.

Esta gente, que parece ha montado su sede en nuestra comunidad, se publicita como especialista en desalojos de casas ocupadas, de inquiokupas y morosos, dice ser “pionera del sector en el norte de España” y tener un 96% de éxito, además de estar acostumbrada a manejarse en situaciones de riesgo y de garantizar la total legalidad de sus acciones. Su página web no tiene rubor en asegurar que trabaja en mediación de conflictos de manera pacífica, justa y legal, fundamentada en el diálogo entre las partes y evitando la violencia. Sus panfletos lo pregonan: protección “sin fronteras”.