Una de cada tres mujeres sufre violencia sexual o física al menos una vez a lo largo de su vida. Son datos de la Organización Mundial de la Salud recopilados por ONU Mujeres, la organización de las Naciones Unidas que desarrolla programas, políticas y normas con el fin de defender los derechos humanos de las mujeres y garantizar que todas las mujeres y las niñas alcancen su pleno potencial.

Hoy, 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, desde Geroa Bai queremos decir alto y claro que la violencia contra las niñas y las mujeres es una violación de los derechos humanos. Una de las violaciones de los derechos humanos más extendida y generalizada en el mundo.

Los datos son abrumadores. En lo que va de año, 52 mujeres han sido asesinadas por violencia machista en el Estado. En total, 1.237 mujeres víctimas mortales a manos de sus parejas o exparejas desde 2003, año desde el que se registran datos.

La violencia machista es el principal exponente de la desigualdad entre mujeres y hombres; es la manifestación más brutal de una desigualdad fruto de un sistema de relación históricamente desigual entre hombres y mujeres, y un problema estructural que no cesa.

No en vano, y según el Instituto Navarro para la Igualdad (INAI/NABI), en los últimos años ha aumentado la incidencia de la violencia sexual entre los más jóvenes, mayoritariamente a niñas y adolescentes. Según los datos, 3 de cada 4 denuncias por violencia sexual son de menores de 30 años. A esto se suma que, según los datos de la Memoria de la Fiscalía de 2022, los delitos sexuales en menores de 16 años van a más cada año en Navarra, y advierten de la tendencia de casos graves y a edades cada vez más tempranas.

Una sociedad democrática no puede aceptar esta violencia; una violencia dirigida al 50% de la población, como somos las mujeres, solo por el hecho de serlo.

Una sociedad democrática no puede aceptar que las mujeres, las niñas y las adolescentes sufran violencia en todas sus dimensiones (física, psicológica, sexual, simbólica…) y en todos los órdenes de la vida.

Una sociedad democrática no puede aceptar el daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coacción o privar arbitrariamente de la libertad, que la violencia machista infringe contra las mujeres.

Una sociedad democrática no puede aceptar una involución en políticas de igualdad y contra la violencia; una involución como pretende la ultraderecha, que niega lo más básico de la violencia machista, como es su propia existencia equiparándola al resto de violencias.

Frente a la ola reaccionaria y negacionista, desde Geroa Bai nos reafirmamos en que la violencia de género es una vulneración de los derechos humanos, de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución y del derecho a la igualdad y la no discriminación por razón de sexo.

Y para seguir haciéndole frente necesitamos más recursos humanos, económicos y materiales; más concienciación; más formación a todos los niveles; y más formación en igualdad y en educación afectivo sexual. En Navarra, fuimos pioneros a la hora de implantar el programa Skolae en los centros educativos navarros, un programa cuya generalización conviene acelerar, para que el conjunto del alumnado navarro pueda recibir educación en igualdad en todos los centros escolares.

Desde Geroa Bai seguiremos impulsando acciones y políticas frente a la violencia machista, como la mejora del modelo de recursos de acogida a víctimas de violencia de género; el apoyo político y presupuestario al Centro de atención integral 24 horas; o la aprobación de un protocolo de prevención de agresiones sexuales en espacios de ocio o festivos ajustado a la diversidad social y territorial de Navarra, porque las medidas que se toman funcionan, pese a que la derecha y la ultraderecha quieran hacer ver lo contrario.

El aumento de las denuncias, uno de los argumentos más utilizados por quienes critican la necesidad de desarrollar políticas públicas de igualdad, obedece a dos cuestiones. La primera, a que siendo delitos que se cometen en la intimidad, son cada vez más las mujeres que dan un paso adelante y denuncian para salir de la violencia que sufren y, la segunda, como consecuencia de los propios comportamientos machistas que, al ser cada vez más cuestionados, se ejercen con una mayor violencia.

Desde Geroa Bai seguiremos, en definitiva, trabajando desde las instituciones para conseguir una sociedad libre de violencia contra las mujeres, pero no solo, sino una sociedad igualitaria, con plenos derechos y oportunidades para las mujeres, las adolescentes y las niñas.

La autora es parlamentaria foral de Geroa Bai