Al parecer, según se desprendía de las informaciones del día de UPN en Tafalla celebrado el fin de semana, el presidente de UPN, Javier Esparza, quiere hacer de UPN un partido centrado y cercano a Geroa Bai y PSN, para alejar lo más posible a Bildu de la toma de decisiones. Esparza, que ya avanzó hace un tiempo que no será candidato de UPN en las elecciones forales de, presumiblemente, 2027, no explicó cómo centrar a un UPN que lleva 8 años en el monte de la derecha y con el raca-raca de Bildu y ETA como casi único mensaje, pero sí explicó que de cara al congreso de UPN de primavera tendrán que debatir cómo y en qué apoyar a un Gobierno de Navarra que “a veces también hace cosas bien”.

En resumen, Esparza parece que dio por amortizados los intentos de derribar al gobierno con “hooliganismo” y va a tratar de debatir internamente en UPN tanto antes como durante el Congreso la manera de apoyar y apoyarse en PSN y Geroa Bai para volver a ser importantes en la política navarra y, según él, para que Bildu no tenga influencia en la misma. No sé, la verdad, si le va a resultar sencillo a Esparza primero convencer a los suyos de que el camino para volver a tocar pelo en Diputación pasa por aliarse con PSN y/o Geroa Bai ni si tampoco va a suponer un camino de rosas la actitud que ante esta posible dinámica tomen PSN y Geroa Bai. UPN, lógicamente, quiere dinamitar lo que lleva 4 años y pico funcionando con cierta estabilidad y para ello querrá ahondar en las entendibles y normales diferencias que evidentemente hay entre los partidos que dentro o fuera soportan el actual gobierno.

En política todo es posible y nadie nos dice que la senda elegida por Esparza vaya a ser menos acertada para él y los suyos que otra. Desde luego, no tiene nada que perder, puesto que nada tiene. No así PSN y Geroa Bai, que volverían a conocer cómo se las gasta UPN en cuanto gana poder.