No sabía si estaba escuchando a sus Señorías en el Congreso de los Diputados machacando a Sánchez una y otra vez o siguiendo la rueda de prensa de Ibarrola en el Ayuntamiento de Pamplona porque se repetían machaconamente las mismas lecciones de ética política y de superioridad moral. Se ve que tenemos a “los amigos de los terroristas”, “los herederos de ETA”, y a “independentistas y enemigos de España”, los que matan, insultan y amedrentan a la población, infiltrados por todas partes: primero en Navarra, luego en el Estado y ahora en Iruña, gracias a los “miserables” sociatas.

Me llama la atención de la todavía alcaldesa el desprecio que manifiesta hacia representantes legítimamente elegidos, al igual que los suyos (recordar que Ibarrola recibió los votos del PP y ahora, en otro juego político, será Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo quienes consigan otra mayoría de 16 sobre 27 frente a los once que ella obtuvo), su falta de respeto a quienes piensan diferente, y sobre todo, el rencor, el odio y esa necesidad de denigrar a la opción contraria más propia de posiciones ultras. Se quedó con las ganas de decirle a Asiron “me gusta la fruta”, al más puro estilo Ayuso. ¿Significa que hasta ahora se ha tapado la nariz para tratar de buscar ese cheque en blanco con sus opositores políticos? ¿De verdad creía UPN que iba a alcanzar un acuerdo para levantar unos presupuestos para TODA la ciudad con esta supuesta escoria de la ciudad que obtuvo 27.752 votos, apenas 3.000 menos que ellos? ¿Estos seis meses ha habido voluntad real de negociar o ha evitado esa mayoría sin pasar por Pleno muchas decisiones? La respuesta de Ibarrola es que “todo estaba escrito” y no había nada que hacer.

Y ahora “con Bildu vuelve la imposición, el sectarismo y el retroceso... y todo gracias al miserable regalo del partido socialista”, señalaba en RNE. “Les animo a salir a las calles y hablar cara a cara con los ciudadanos”, repetía a los socialistas. ¿Hablarían ella y los suyos con toda la ciudadanía? ¿Acaso lo hizo cuando trató de imponer el parking de Plaza de la Cruz o cuando rechazó acuerdos con el Gobierno para promover VPO en la ciudad? Falta de autocrítica que, desde luego, evita hablar de contenidos y de modelo de ciudad. Resentimiento que me ratifica en la necesidad de que en esta ciudad, con tantas sensibilidades políticas, gobiernen quienes creen en la convivencia y la pluralidad. El acuerdo firmado por el PSN y EH Bildu en Iruña significa avanzar en proyectos encallados, equilibrar los barrios e impulsar políticas de vivienda social pero también poner en valor lo que nos une, incluyendo el reconocimiento y reparación de las víctimas de ETA que comparte Bildu.

También se habla del fomento del euskera, la igualdad y un plan de convivencia. ETA ha desaparecido pero hay opciones que apuestan por otro modelo territorial lo que no quita para que unos y otros quieran seguir construyendo una sociedad de progreso más justa y cohesionada. Pactar es entenderse y dialogar. Terrorismo de Estado es el que ejerce Israel matando a civiles en Gaza. O financiero el que ejecutan los bancos al subir los intereses a miles de familias que al menos reciben ayudas públicas. Terrorismo sería no subir más las pensiones de viudedad. Asiron como el turrón vuelve por Navidad.