29 de febrero, de 2024. El anterior 29 de febrero, el de 2020, lo pasamos en Isaba con Iban, Marijo, Sara y Nora. Fue el día que se conoció el primer caso de Covid en Navarra. ¿Lo recuerdan? Una mujer negra que había venido de Bélgica y que al sentirse mal fue a Urgencias. Tenía 39 años. Tiempo después leí que había sido capaz de superar muchos días en la UCI y que estaba recuperada.

Qué días aquellos, aguardando noticias de más casos como si aquello fuera a parar en dos o tres. ¿Recuerdan el caso de aquella profesora de, creo, un colegio de Barañáin? Reuniones con padres y madres y un montón de información. Luego ya empezó a asomar la patita la espuma de la primera ola y luego el tsunami, todos en casa a cal y canto, las restricciones y el goteo bestial de muertes y el miedo y la angustia ante lo desconocido.

El otro día nos reíamos en casa y le recordábamos a Luka que hubo un tiempo en el que no pudo salir de casa para nada y que cuando se empezó a permitir había franjas horarias para unos y para otros y que no había mascarillas y que no había prácticamente de nada, salvo lo que siempre ha habido: gente buena y gente mala.

Simona, madre de Denis, un joven que cumplió años ingresado en la UCI y que logró superar el coronavirus, agradece de rodillas al personal sanitario del HUN que salvaran la vida de su hijo. Iñaki Porto

No me gusta nunca hablar de asuntos judiciales, porque puedes –siempre– meter la pata cuando algo está en estudio y porque defiendo a tope la presunción de inocencia, de quien sea, milite donde milite, así que no diré nada del caso que nos ocupa y del empeño de la derecha oficial y la mediática en meter ahí hasta a quien saludó una vez al principal señalado. Prefiero quedarme por ahora con las miles y miles de personas que dieron el callo, en la sanidad y fuera, para que aquella masa de muerte y miedo fuese lo menos posible y para que aquellas semanas y meses como fuera de la realidad fueran más amables. No salimos mejores, claro. Pero muchas y muchos fueron mejores. Y ese ejemplo siempre estará ahí para quien quiera aprender algo de ellos.