Se hicieron buenos colegas en las fincas tarifeñas de La Palmosilla, ganadería encargada de abrir encierros y corridas de toros en los Sanfermines de 2024. Cuarta comparecencia. Compartieron el grupo selecto de astados bravos apartados para una de las ferias más importantes de la temporada taurina. Salvo el hierro candente en su piel y la muesca en la oreja derecha –marcas de propiedad–, buen trato en el campo gaditano durante cinco años. Largo camino por carretera para atravesar la Península Ibérica. Antes de su compromiso profesional inducido, días de aclimatación en la tranquilidad de los corrales del Gas.

Poco solaz debió de parecerles a Chistoso (nacido en noviembre de 2018) y a Ilustrado (Octubre del 19) que decidieron proporcionarse un rato de esparcimiento y regalarse un par de vueltas al ruedo matinales, pues quizá por la tarde no las merecieran. Entraron a la plaza con un buey en medio, precedidos por un hermano y otro cabestro. Ese morlaco amagó con desviarse a la derecha. El manso le mostró el camino correcto. Chistoso (negro mulato meano) e Ilustrado (castaño) trotaban rectos hacia corrales. Chistoso propuso de súbito la gracia de un giro radical hacia la izquierda. El cabestro desistió de su función.

Para cuando pastores y dobladores pudieron percatarse, habían consumado su travesura. Estampa inusual. Día 7 y domingo. Máxima cantidad de personas en interior y exterior de la barrera y todavía afluencia por el túnel del callejón. Alerta de peligro extremo. Voz alarmada por la megafonía del coso. Los astados tuvieron ocasión de conocer de cerca la figura del pata. Perseverante. Contumaz. Pelma. Y de apreciar el arriesgado trabajo de los dobladores. Uno pasó apuros. Chistoso e Ilustrado solo querían corretear un par de minutos más que sus compañeros y asustar a los centenares de valientes que hacen del burladero su temprana localidad y hurtan refugio a auténticos corredores. Pudo ser una sangría. Solo fue un paseo.