En 1865
– La práctica de la fotografía era aún una labor de pioneros, y por ello la obtención de fotos se reservaba para acontecimientos muy especiales. Uno de estos momentos se produjo en el año 1865, cuando las autoridades catedralicias decidieron abrir el sepulcro del mítico obispo Arnaldo de Barbazán, impulsor de la construcción de la Catedral y la capilla que lleva su nombre, fallecido 510 años antes (1355).
La foto muestra la momia del obispo, apoyada contra la jamba izquierda de la entrada a la capilla Barbazana, donde se encuentra el sepulcro del prelado. Un canónigo posa a su lado, con ademán de cogerle la reseca mano. Según las crónicas de la época, al abrir el sepulcro en 1865 se encontraron con que el cuerpo del obispo estaba incorrupto aunque, a la vista de la imagen, debemos confesar que tan solo bajo criterios muy laxos podría considerarse que el cuerpo estuviera “incorrupto”…
Hoy en día
– El lugar donde hace 159 años se obtuviera la antiquísima foto permanece igual, aunque falta evidentemente la momia del obispo que, afortunadamente, vuelve a estar en su sepulcro. Hemos decidido mantener el mismo plano de 1865, y gracias a ello distinguimos la base que sustenta la escultura de San Pedro. Vemos que lleva la talla maravillosa de un guerrero luchando con espada contra un león, y vemos también que el soldado se protege con un escudo con bloca, el “carbunclo” que dio origen al escudo de Navarra.
Sabemos que la fotografía antigua fue publicada en 1905 en la revista La Avalancha, y sabemos también que la tumba del obispo se volvió a abrir en 1955, cuando se cumplieron 600 años de la muerte de Barbazán. Muy pronto publicaremos una breve biografía de este señor en nuestras Vidas Ejemplares, y allí podremos conocer mejor su vida y andanzas, que tienen su miga. Prometido.