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A la contra

Jorge Nagore

Caras luces de Navidad

Encendido de la iluminación navideña de Pamplona e inauguración del belén del zaguánJAVIER BERGASA / IÑAKI PORTO

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Los pamploneses nos vamos a gastar casi medio millón de euros en lucecicas de Navidad, para poder encontrar a Chencho si se pierde. 439.882,19 euros han sido aprobados para la cuestión –cuestión que no olvidemos nace de un asunto religioso, aunque aquí parece que la virtud supuestamente religiosa de culto a la austeridad no se lleva–. Van a ser más de 100.000 euros más que el año pasado, por una enmienda aceptada del PSN, que es lo mismo que sea el PSN u otro, puesto que el caso es que ha sido aceptada por quienes dirigen el dinero del contribuyente.

La excusa es que con esta ampliación se va a llevar el jolgorio luminoso a todos los barrios de la ciudad, algo que antes no se hacía, con lo que todos los barrios de la ciudad vamos a ser más felices y más dichosos. A mí, que me gustan las luces y que la vida sea alegre y luminosa, no obstante se me abre la gran incógnita de si no seremos una cuadrilla de burgueses pijos que precisamente en esa época en la que muchas familias no tienen para pasar una navidades dignas o no les alcanza para ponerles a sus hijos un regalo decente en la mesa –cuando a la mayoría nos salen los regalos y la comida por las orejas– no sería más ético disminuir el gasto en luces que aumentarlo.

No sé, aunque solo fuera por sentido del deber, del dinero bien gastado, del sentido más humanista de meter cada euro donde realmente se necesita y no en dotar de partidas millonarias cuestiones menores como esta. No digo que haya que eliminar la iluminación, pero pienso que casi medio millón de euros resulta una cifra escandalosa, teniendo como tiene la ciudad decenas de necesidades que abordar y numerosos colectivos que año tras año sobreviven con lo justo. Sinceramente, me parece un dispendio muy acorde con el despendole general que supone la Navidad, bastante alejado del espíritu que se le debería suponer. Por parte de todos, claro.