Si lo miramos con frialdad matemática, Osasuna ya ha cumplido en la Copa al meterse entre los 16 primeros, que es el lugar al que pertenece hoy por hoy en el fútbol español. Sin alardes ni un gran fútbol en Tenerife, pero también sin los líos o los traspiés en los que han caído otros Primeras.
Aunque, claro está, una vez llegamos aquí, todos queremos más, que eso de volver a disfrutar una final de Copa es un sueño de toda la afición. Para que eso se produzca, además de jugar bien no estaría mal un poco de fortuna, sobre todo en el próximo sorteo. Sin despreciar a nadie, que aquí el más tonto hace relojes, siempre será mejor visitar al Pontevedra, el Ourense, el Elche o el Almería, o recibir a un modesto de Primera, que jugar en el Camp Nou, el Bernabéu o el Metropolitano. Y estar entre los ocho mejores de cualquier competición nacional ya sería estar por encima de lo previsible. Y licencia para seguir soñando.