No es un tema fácil. Ni sencillo. Y tampoco creo que sea bueno simplificarlo. Lo de Europa y el rearme digo. El mundo se ha vuelto un poco loco en los últimos años. Y en medio, la UE defendiendo que Europa debe apostar por un sistema de defensa propio si quiere subsistir. Parece que lo dicen distintos informes que advertían por un lado de la espantada americana y por otro de la amenaza rusa, con el gigante chino de interesado espectador. En el fondo es volver a la esencia a la antigua frase latina del “Si vis pacem, para bellum” (“Si quieres la paz, prepara la guerra”) ¿Volvemos a ese escenario? Personalmente no lo creo ni lo quiero.
Me gustaba más el orden mundial en el que prevalecía la diplomacia y el derecho internacional. El diálogo y no las armas como herramienta política. No la ley del más fuerte. Supongo que no es lo mismo escribir ni vivir a este lado de los Pirineos, que rozando la frontera de Putin. El miedo es libre y la Historia se suele repetir. Pero claro, también se puede cambiar y en eso contamos todos y todas y cuenta la idiosincrasia de cada pueblo. Y por aquí el movimiento antimilitarista está muy arraigado. Con el “No a la OTAN” primero y el “No a la guerra” después. Y esto del rearme muchas no lo vemos. Tampoco lo ve el mundo de la cultura que ya ha dado un paso al frente con el manifiesto contra el plan de rearme en la UE. Quizá suene un poco utópico pero sigo pensando que Europa necesita un rearme ético. Apuntalarse en el mapa mundial sobre sus cimientos democráticos y pacifistas.
Nunca podremos ni queremos llegar a la altura requerida por los adversarios en una escalada belicista en caso de que llegue, ojalá no, pero siempre podremos ganar la batalla de las ideas, de la cultura, de los principios. Hacer la paz siempre, incluso en tiempos de guerra. Por eso creo que en ese kit de supervivencia que ha anunciado la Unión Europea mejor que meter linternas, cerillas o alimentos habría que ir haciendo acopio de otras cosas. No estaría mal tener preparadas unas dosis de solidaridad, unos kilos de libertad, democracia a granel, almacenes de empatía, toneladas de justicia social... No sé. Cosas y conceptos útiles para defendernos de las nuevas oleadas del fascismo. De estas otras invasiones bárbaras. Si convertimos Europa en una reserva moral de los derechos humanos y las libertades, ni nos vencerán ni nos convencerán. En ese campo de batalla podemos resistir.
En la otra dinámica, además de desviar hacia las armas fondos necesarios para causas sociales, avances sociales y apuestas culturales (como ya ha hecho Reino Unido) siempre perderemos. Y poner siempre la paz por delante. Ese es el verdadero kit de supervivencia europeo.