El reciente Consejo Europeo ha aprobado una ambiciosa iniciativa denominada ReArm Europe, un plan estratégico de defensa propuesto por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Este plan busca fortalecer las capacidades militares de la Unión Europea (UE) en respuesta a las crecientes amenazas geopolíticas y a la incertidumbre sobre el apoyo militar de aliados tradicionales. La invasión rusa de Ucrania y la posterior suspensión de la ayuda militar estadounidense a Kiev han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Europa en materia de defensa. Estas circunstancias han llevado a la UE a replantearse su estrategia de seguridad y a buscar una mayor autonomía en defensa.
Componentes principales
El plan se articula en torno a cinco medidas clave:
Flexibilidad fiscal: Se propone suspender temporalmente las reglas fiscales de la UE para permitir que los Estados miembros incrementen su gasto en defensa, lo que podría movilizar hasta 650.000 millones de euros en cuatro años. Préstamos para defensa: Se ofrecerán 150.000 millones de euros en préstamos destinados a proyectos conjuntos de defensa, como sistemas de defensa aérea y de misiles. Reorientación del presupuesto: Se plantea redirigir fondos existentes de la UE, como los fondos de cohesión, hacia inversiones en defensa. Papel del Banco Europeo de Inversiones (BEI): Se busca levantar las restricciones de préstamo del BEI para apoyar a las empresas de defensa. Unión de ahorros: Se creará un mecanismo para movilizar capital privado en favor de la defensa, incentivando la inversión en el sector.
Comparativa de capacidades militares
La UE enfrenta desafíos significativos en términos de capacidad militar en comparación con potencias como Rusia, Estados Unidos y China. Los ejércitos europeos muestran una inferioridad notable en cuanto a tanques, misiles y armas nucleares. Francia e Italia son los únicos países de la UE entre los diez ejércitos mejor equipados, destacando principalmente en capacidades aéreas. Grecia lidera en defensa marítima, pero solo Francia posee un arsenal nuclear considerable. Polonia cuenta con el mayor ejército europeo después de Ucrania y destina más del 4% de su PIB a defensa. La propuesta de ReArm Europe ha generado diversas reacciones entre los Estados miembros y dentro del Parlamento Europeo. Algunos países y partidos políticos respaldan la iniciativa, destacando su necesidad ante amenazas como las acciones de Rusia. Sin embargo, existen preocupaciones sobre el posible impacto en los servicios públicos debido a la reestructuración de fondos, especialmente los de cohesión. La posibilidad de reinstaurar el servicio militar obligatorio está en discusión en varios países europeos. Bélgica, por ejemplo, ha decidido reactivar el servicio militar voluntario ante la creciente tensión geopolítica, invitando a jóvenes de entre 18 y 25 años a unirse a las Fuerzas de Defensa durante un año.
Implicaciones económicas y fiscales
Para financiar el incremento en el gasto de defensa, la UE está considerando suspender sus reglas fiscales durante cuatro años. Esta medida permitiría a los Estados miembros aumentar su inversión en defensa sin incumplir los límites de déficit y deuda establecidos. Además, se debate la definición de “gasto en defensa” para incluir aspectos como el reclutamiento de soldados, ciberseguridad y vigilancia fronteriza, ampliando así el alcance de las inversiones permitidas. El plan tiene cuatro objetivos principales: Aumentar la autosuficiencia en defensa: Reducir la dependencia de aliados externos y fortalecer la capacidad de respuesta autónoma de la UE. Apoyo a Ucrania: Continuar brindando soporte militar a Ucrania en su conflicto con Rusia. Preparación ante cambios en las relaciones transatlánticas: Anticiparse a posibles variaciones en el apoyo de Estados Unidos y otros aliados tradicionales. La implementación de este plan representa un paso significativo hacia una mayor integración y coordinación en materia de defensa dentro de la UE. Sin embargo, su éxito dependerá de la colaboración efectiva entre los Estados miembros, la adecuada gestión de los recursos y la capacidad de equilibrar las inversiones en defensa con otras prioridades sociales y económicas. En conclusión, ReArm Europe es una respuesta estratégica de la UE a un entorno geopolítico cada vez más complejo y desafiante. Su ejecución efectiva podría redefinir el papel de Europa en el escenario global y garantizar una mayor seguridad y estabilidad para sus ciudadanos en las próximas décadas.