Crónica de una muerte anunciada, como saben, es una novela escrita por el reconocido autor Gabriel García Márquez, publicada en 1981. Esta obra es considerada una de las más importantes dentro de la literatura latinoamericana contemporánea y ha sido aclamada por la crítica literaria por su enfoque hacia el destino y la fatalidad.
El sistema de bicicletas públicas de Pamplona bien puede ser la crónica de una muerte anunciada, un sistema que no ha fracasado por mala suerte. Ha fracasado porque nació mal, se vendió peor y se gestionó de espaldas a la ciudadanía.
Lo llamaron “servicio público”, pero desde el minuto uno fue un negocio privado disfrazado de política de movilidad sostenible. Se nos vendió como una “solución imaginativa, sin coste para el Ayuntamiento”, una maravilla de la ingeniería presupuestaria. Pero la realidad, ha desmontado el relato: ni era gratuito, ni era sostenible, ni funcionaba.
Igual que en Crónica de una muerte anunciada, estamos siendo testigos de una complicada trama de engaños, secretos y traiciones: un sistema colapsado, con bicicletas desaparecidas, trabajadores sin cobrar, y una empresa en apuros financieros. ¿Y dónde están los que diseñaron este despropósito?
Y aún más grave: la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) lleva dos años mirando para otro lado. Desde que se modificaron sus estatutos en 2022 para poder asumir la gestión del sistema de bicicletas, no se ha hecho absolutamente nada. ¿Dónde está la Mancomunidad? ¿Dónde está la voluntad política para dar un salto comarcal en la movilidad ciclista? Pamplona no puede seguir siendo una isla dentro de su propia comarca.
Este es el resultado de una política que antepone la foto y el titular a la gestión seria y responsable. Y ahora nos piden a los demás que arreglemos el desastre mientras ellos se lavan las manos.
El PSN lo tiene claro: apostamos por un sistema público, mancomunado, transparente y sostenible. Exigimos a EH Bildu que se ponga las pilas, que no mire para otro lado. Le hemos pedido soluciones inmediatas para no dejar a la ciudadanía sin servicio, para garantizar los derechos laborales de los trabajadores y para recuperar el rumbo de una política de movilidad que nunca debió caer en manos del oportunismo político.
La ciudadanía merece otra forma de gobernar. Una que no mienta. Una que no delegue en lo privado lo que debe ser común. Una que mire a largo plazo y no al siguiente titular.
“Nadie es responsable de sus actos”, cita Gabriel García Márquez en este celebre libro, menos en política.
*La autora es portavoz del Grupo Municipal del PSN-PSOE en Pamplona