La vez que vimos a un periodista francés con una sonrisita conmiserativa porque por aquí a Bernard Hinault lo llamamos “Hinol” y en realidad es “Hinó” se va a quedar en una anécdota gracias a –o por culpa de– Jonas Vingegaard. Desde que saltó a la fama el ciclista danés con su segundo puesto en el Tour 2021, lo hemos oído nombrar de mil maneras, y lo gracioso es que hay gente, como los propios Carlos de Andrés y Perico Delgado, que aseguraríamos que han ido variando sobre la marcha, desde el prudente “Vínguegaar”, que es el que usamos casi todos, a cosas más elaboradas como “Vínguegor”, “Víngagor” y hasta, lo juro, “Vénga-Igor”. Pero, bueno, si en aquello de “Hinol” ni siquiera existía internet y había que creerse lo que te dijera el primer francés que te echaras a la cara, ahora es sencillo comprobarlo todo. Y, para nuestra sorpresa, es algo entre “Vínguego” y “Vínguegoo”. Y, por cierto, significa “Viñedo”, que no está mal.
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