Parece una evidencia que la ultraderecha, que en Navarra y la CAV se presenta bajo la fórmula de Vox, ha logrado ganar presencia pese a su insignificancia en la representación política institucional. Los últimos trabajos prospectivos realizados al respecto, como el publicado por EITB Focus, concluyen que la citada opción política se quedaría nuevamente fuera de los escaños que se reparten en ambas comunidades en unas eventuales elecciones generales y a fecha de hoy. No obstante, en ambas realidades duplicaría sus votos hasta tocar el 5% en Gipuzkoa (un poco menos en Bizkaia) e, incluso, al 7% en Navarra y Araba.
Relacionadas
Ese crecimiento se nutre, sobre todo, de los sufragios de los más jóvenes, y llegarían a las urnas con un marcado perfil masculino y en respuesta a una cuestión esencial que parece el origen de este repunte: la sociedad democrática y sus instituciones tienen serias dificultades para transmitir sus valores esenciales, como la libertad o la igualdad, en un contexto muy complejo repleto de grandes cambios geoestratégicos, económicos y sociales que, aparentemente, han llegado para cambiar el modus vivendi de varias generaciones.
Ante esa tesitura, es evidente que determinados estratos poblacionales no ponen en valor –conscientemente o por desconocimiento– los matices esenciales que definen a las sociedades democráticas en contraposición a otro tipo de regímenes de infausto recuerdo en estos lares. Incluso, los rechazan junto a todo aquello que significan. Esa situación es el caldo de cultivo ideal para la consolidación de populismos y de formaciones políticas que han sabido ver la ganancia en aguas revueltas.
Navarra mantendría el reparto de escaños en el Congreso con un descenso de voto del PSN
Desde el púlpito y, fundamentalmente, desde las redes sociales, estas opciones ultras, acompañadas de un ejército de agitadores escondidos bajo denominaciones como las de creadores de contenido y de aspirantes a medios de comunicación afines, han sabido trasladar un discurso claro, potente y muy sencillo, apelando a los instintos directamente y con el foco puesto en temas que requieren de una gestión ejemplar ante su complejidad y que, conscientemente, se simplifican hasta el extremo de desnaturalizarlos: esencialmente, política migratoria y seguridad ciudadana. Ante esta situación, conviene gestión eficaz, erradicar el ruido innecesario y comunicar más y mejor.