¿Tú sabes lo qué es la “reduflación”? Es cuando vas a comprar las patatas fritas de siempre y te das cuenta de que la bolsa está a la mitad. Menos cantidad de producto, pero manteniendo el mismo precio.
¿Y lo de las falsas rebajas? Por supuesto que lo conoces. Es cuando suben artificialmente un precio para luego bajarlo y anunciarlo como un auténtico chollo.
¿Te suena lo del marketing de la escasez? Vendría a ser el “me lo quitan de las manos” de toda la vida.
¿Y lo de crear una necesidad o una situación indeseable para luego venderte la solución? Pues eso es lo está haciendo Trump, el rey de los trileros. Ha estado apoyando a Israel, dándole millones de armas para atacar a Gaza y cuando ya han llegado a una situación extrema, presenta un plan y se autoproclama el pacificador de Oriente Medio reclamando por ello, incluso, el Nobel de la Paz. Vamos a ver: si no es limpio el que limpia sino el que no mancha, no será pacifista el que le vende al mundo un plan de pacificación, sino quien trate de desactivar los conflictos y salvar vidas.
Una vez más estamos comprobando cómo el dominio de las técnicas de marketing convierte a los EEUU en los mejores vendepeines de la Historia.
Pero no acaba ahí la cosa. Después de acabar con los bombardeos y los tiroteos, que ya veremos cuándo ocurre eso, lo que pretende hacer es impulsar grandes inversiones y negocios en la zona. El plan de Trump tiene visos de ser una colonización económica disfrazada de proyecto de reconstrucción.
Donde tú y yo vemos pobres gentes huyendo desesperadas de norte a sur y de sur a norte, Trump y sus amigos visualizan larguísimas playas con resorts de lujo y campos de golf.